JHC, desde Guadalajara, México
Como parte de la selección del Festival In-edit Beefeater de Barcelona, se presentó en el Instituto Cabañas de Guadalajara el documental LoudquietLoud:A Film About the Pixies, de Matthew Galkin y Steven Cantor. La película sigue a la banda cuando en 2004, después de casi diez años de una inesperada disolución, se reúnen para hacer una gira por Estados Unidos y Europa.
Si adoras a los Pixies, el documental te despierta sensaciones dormidas desde los entrañables noventas. Al mismo tiempo, te muestra el inevitable desgaste acumulado de algunos de los integrantes y revela parte de las razones de la separación de uno de los mejores grupos Indie Rock de todos los tiempos: el choque de egos entre Black Francis y Kim Deal.
Si no eres de los que se emociona con el final de Fight Club (el Club de la Pelea), en el que se desmoronan edificios con «Where is My Mind» de fondo, este film acerca de los Pixies es un buen ejercicio para conocer el género de Música y Documental, cuya producción e investigación debe incorporar el seguimiento de artistas que, en muchos casos, terminan encandilados de tanto brillar (lo que no debe ser nada de fácil).
Kurt Cobain afirmó alguna vez «básicamente intenté plagiar a los Pixies». Los Pixies son tan buenos que muchos celebrarían que volvieran a grabar. Sin embargo, la abierta opción de un nuevo disco que sugieren los directores se disuelve con la sensación de pérdida de feeling grupal que deja la película. El tiempo de los Pixies ya pasó. Así como el tiempo en el que los músicos podían vivir de las ventas de los discos, sin sentirse obligados a dar recitales diez o veinte años después del peak, sin tanta energía y con una Internet que amenaza los derechos de autor.