Hace algunas semanas fui entrevistado para el noticiero 24 horas de TVN. El lugar elegido fue el patio central de la Universidad Alberto Hurtado, donde fui profesor varios años y donde actualmente desarrollo proyectos de comunicación digital. El tema: la venta de ropa a través de Facebook. Sucede que existe un número no menor de cuentas activas en esta red social que se dedican a vender prendas de vestir, especialmente a mujeres jóvenes. Es un «experimiento radical de confianza», ya que las interesadas vitrinean en las páginas de Facebook y cuando algo les agrada, hacen el pedido y se contactan directamente con la vendedora para arreglar una cita de compra. De hecho, yo mismo fui testigo de una compra que implicó ir a la casa de una desconocida en Vitacura para adquirir un par de zapatos para mi mujer.
El hecho es que nunca antes me habían entrevistado para la «tele» (sí aparecí hace años en vivo tocando con mi banda en Extra Jóvenes, video que por ahora me niego a mostrar) y viví en carne propia lo que tantas veces les he hablado a mis alumnos de Sociología de los Medios de Comunicación de la UDP: el uso del encuadre (framing) por parte de los periodistas para sacar la famosa «cuña» perfecta para la nota que emitirán en las noticias. A continuación, la cuña que seleccionó la periodista: «Las mujeres creo que potencian más este hecho de sociabilizar en la red. Tienen una tendencia más abierta, más relajada para usar estas plataformas». Ok, no me arrepiento de lo dicho, es lo que he podido observar en la etnografía de la vida cotidiana. Sin embargo, la cuña que hubiese querido que se seleccionara es la siguiente: «Se trata de un ejemplo más de un patrón general que se da en la relación de tecnología y cultura, esto es, el cómo las personas cambian el sentido original de las cosas. La venta de ropa en Facebook es un uso creativo de una tecnología que no fue diseñada con ese propósito, pero que los usuarios la eligieron espontáneamente para estos fines».
Así es el arte de las cuñas, los medios crean realidad a través de un relato subjetivo creando de esta manera lo que Walter Lippmann llamó el pseudo-entorno. Lo que conocemos del mundo a través de los medios es un pseudo-entorno seleccionado y jerarquizado con criterios periodísticos que buscan la historia, el personaje y el «golpe noticioso».
En fin. Cuñas más, cuñas menos, el punto es que gracias a Facebook tuve mis «15 segundos de fama», tiempo más corto que el predicho por Andy Warhol para los miembros de la sociedad de masas, pero que en la era de las redes sociales se multiplica exponencialmente.
A continuación el video en YouTube:
[youtube]http://www.youtube.com/watch?v=BxQnNaMYyl0[/youtube]