Hace 60 años, George Orwell publicaba la obra 1984 en la que aparecía la figura de un ente supervisor del mundo y un firme vigilante que mantenía el control de todo y todos. Hoy Internet y sus programas ofrecen diversas propiedades para los usuarios, entre ellas Street View o Google Earth que se han transformado en los nuevos espías e informantes y porque no, en los nuevos Grandes Hermanos de esta época.
La semana pasada se hizo público que un británico de nombre Terry descubrió que su señora aparecía en 43 fotografías mientras paseaba a su perro por la calle Elmswell, en Suffolk. Y aunque la cara de la mujer aparece difuminada al igual que las patentes de autos, debido a la política de privacidad del servicio (que también censura zonas privadas de algunos barrios y sectores) no deja de llamar la atención. Hablamos de Street View, un sistema de Google lanzado el año 2007 en San Francisco que permite a los usuarios obtener una visión de 360 grados de calles, edificios, tráfico y personas, usando fotografías obtenidas por vehículos con cámaras de Google y varios países como Estados Unidos, Canadá, Italia, Inglaterra, España, Australia, entre otros.
Por un lado analizamos las ventajas de esta aplicación que tiene como política difuminar caras y patentes de autos y resguardar ciertos sectores, ya que cumple con el interés de despertar en nosotros ese deseo de querer ser actores y partícipes de nuestro entorno. En la actualidad tenemos la necesidad de abarcar espacio, estar presentes al instante y estar en conocimiento lo que está ocurriendo, por lo que Internet simplemente facilita la tarea. En este sentido, Street View complementa al pionero Google Earth, otra aplicación del popular buscador. Aquel es un programa informático creado por la empresa Keyhole y permite visualizar imágenes en 3D del planeta, imágenes de satelitales, mapas y lugares específicos a escala.
Sin embargo, los cuestionamientos a la privacidad se han hecho sentir. Hasta qué punto estas aplicaciones han invadido la vida de las personas sin el consentimiento de ellas. Y qué ocurre con el material que se recopila, ya que cualquiera puede acceder y mal utilizarlo. Parece increíble, pero actualmente tenemos el poder en nuestras manos. Nos volvimos intrusos: controlamos qué ver, a quién y cuándo yo quiero. Las herramientas están ahí, Google las ofrece a sus usuarios dejándolos en libertad de acción. Con este panorama, tal parece que estamos siendo testigos de un nuevo estilo de Gran Hermano y nadie está libre de ser observado.
Al hablar de las ventajas mencionan que los hombre tenemos: la necesidad de abarcar espacio, estar presentes al instante. ¿De donde surge esta necesidad?
Cuando hablamos de necesidades vemos que surgen de lo más profundo del ser humano y tienen que ver con sentimientos y motivaciones que nos impulsar a hacer cosas. Somos animales racionales que requerimos interactuar en sociedad y con nuestros pares, por lo que se entiende que las necesidades nos mueven socialmente.
Si tomamos la pirámide de necesidades de Maslow, veremos que aquellas relacionadas con abarcar espacio y estar presentes al instante, tienen que ver con la necesidad de pertenencia. Así, buscamos el sentido de integración, el ser parte de… , y satisfacer carencias emocionales que contrarestan el islamiento y quedar desconectado de lo que está sucediendo a cada momento.
a lo mejor no nos hemos dado cuenta y tenemos nuestro propio “Truman Show”, con difuminación de caras igual alguien tiene acceso a las imágenes reales cualquiera podría sospechar que puedan ser utilizadas para crear archivos como los que tienen los aparatos de inteligencia