Nunca he confiado 100% en las bondades de la era tecnológica- daré mis razones- pese a que promueve el uso de información nueva y a bajo costo, además de tender a promover un flujo abierto de información, y fortalecer “tenuemente” las instancias democráticas, no así sus instituciones.
Al amparo de Rusell Neuman, no adhiero a un descredito de la era tecnológica en sí, más bien mis interrogantes y desconfianzas van en la dirección de como estamos entendiendo los (nuevos) significados y bondades de la red, para que uso están siendo destinadas, entiendase educación, cultura y política.
Tenemos oportunidades de crear inteligencias y hacer circular el conocimiento (convergencia, descentralización, instantaneidad, etc), aunque nuestra complacencia y pasividad conspiran en contra, pues no hemos sido capaces de construir audiencias sólidas que hagan de contrapeso a la tendencia monopólica de los medios tradicionales.
Sin ser alarmistas podemos reconocer hoy los peligros para la sociedad de masas: ¿por qué se realiza una campaña política por medios no tradicionales? o ¿por qué los medios verticales se dejan tentar por las bondades de la web 2.o?
Los poderes políticos y mediales al apropiarse y “reinterpretar” para sí los códigos del mundo virtual llevan a engaño a la masa, en especial en sociedades adolescentes como las nuestras. Sin ir muy lejos, en las elecciones presidenciales apreciamos una captura oportunista desde la forma; obviando el fondo, al simular-entre otros asuntos-una participación e inclusión ciudadana, bajo los códigos de la publicidad y el mercado, que elimina las diferencias, cuando muy por el contrario, las acentúa.
Se recurre a la plataforma facebook , entre otras, y se comunica nada, o más bien en un juego y simulacro; se hace creer al votante que perteneniente a un grupo inexistente, guardando la distancia con las reflexiones e intercambios de ideas, tranzando una imagen no un contenido.
Si bien, existe una reapropiación (convergencia) de los conglomerados para controlar la periferia de la web, también es posible una
Lo más peligroso sería permanecer inocentes y despistados ante el surgimiento de una especie de neocolonialismo, con los medios como herramientas, y una total entrega a un estado de “vigilar y castigar”; pues si la intimidad y la privacidad agonizan y no podremos nevermore recuperarla, que al menos sea posible reconstruir la cultura e identidad local. La tecnología determinará nuestro futuro; estemos despiertos o dormidos.
Si bien las nuevas plataformas han puesto en “jaque” a los formatos tradicionales (Libros, programas de tv, diarios y revistas), que no sea así para la posibilidad de construir plataformas de comunicación y creación que “remezcan” e invitan al debate, sacando partido a las múltiples posibilidades de la web. Tengamos por ejemplo a la blogera cubana, Yoani Sánchez, y su capacidad de articular resistencia política y cultural por esta plataforma, y a su vez, funcionar como ventana para el lanzamiento de un libro en papel. Por tanto, no declararnos derrotados.
Interesantes ideas, aunque algo confusa y poco pulcra la narración. Como dice Henry Jenkins, “la verdad se encuentra probablemente en algún punto intermedio”. A propósito de una visión apocalíptica o integrada de los nuevos medios.
Ojo con tus vínculos web, están todos rotos.