Resulta un tanto inverosímil imaginarse un gobierno, estado, tribu o cualquier tipo de reunión social sin presentación ni integración de los miembro principales y más aún de aquellos que dependen de él y sobre todo lo escuchan y uno que otro siguen, en el caso nuestro, el Gobierno de Chile hoy en día nos parece ser o al menos trata de mostrarse como una entidad clara, transparente y sincera, actitudes que se vienen arrastrando con gobiernos anteriores al momento de establecer una comisión de transparencia y legalidad para con la gente, basta con ver las extensiones de Chiletransparente o Gobiernotransparente, etc.
Ahora bien, como funciona todo esto como una extensión comunicacional a partir de lo visual y puntualmente de algo tan simple y básico como lo es la imagen de gobierno ¿Cómo deberíamos interpretar el impacto de los media en la naturaleza de la propiedad pública y en la relación entre poder y visibilidad? (Thompson, 1998)
No cabe duda (sólo hace unos cuantos meses atrás) que nos hemos ido dado cuenta de la importancia y del poder que contienen los medios de comunicación masivos no sólo como elemento central de información y difusión de mensajes sino que lo visual a llegado a tal extremo que nos muestra una forma de ser, una forma de representar y sobre todo una nueva forma de sentir desde lo que vemos como imagen representativa de un “poder superior” e incluso de algo que nos representa como nación o como pueblo frente al resto de nuestros pares, característica que sucede día a día como parte de nuestra identidad.
¿Cuál vendría a ser la importancia de esta característica? Tal como lo dice Thompson, los media han creado nuevas formas de propiedad pública basada en la co-presencia, por lo que resalta la lógica de pensar en una participación desde afuera pero de la cual formamos parte casi obligadamente.
Por otro lado, podemos ponernos a reflexionar infinitamente en el por qué de este masivo interés y preocupación de algo que a simple vista parece inútil y hasta de poca importancia, sin embargo, los nuevos medios de comunicación nos han dado cada más la posibilidad de elegir, opinar y por consecuencia formar parte de un lenguaje común que se expresa como una interacción casi mediática pero que al ser advertida una y otra vez forman una opinión unificada sobre algo que no interesa.
Yéndonos por algo puntual si bien la imagen es lo más representativo de los medios masivos luego del lenguaje en sí, nos podemos dar cuenta de la gran capacidad comunicacional que posee la imagen, casos como Facebook en el la información se complementa de lleno con la imagen (fotografías, juegos, interfaces, etc) por lo que la idea de la importancia esencial de la imagen ya no resulta tan descabellada sino que al contrario, todo lo que entra por los ojos nos dice, nos informa nos comunica y es el punto de partido de los medios masivos, desde la literatura hasta lo grandes murales y afiches de propaganda política, dentro de la cual entró el movimiento revolucionario latinoamericano, imágenes masivas expuestas a todo aquel que quisiera y lo divisara.
En conclusión podemos entender el porque la imagen de gobierno ha sido y seguir siendo cuestionada por variados sectores principalmente dentro de las redes sociales como blogs de publicidad entre otros. Ya no vemos los medios sólo como información sino que la imagen se convierte en el arma principal de comunicación en este caso un arma gubernamental que nos representa y que nos obliga a tomar importancia por que al fin y al cobo somos lo que demostramos y determinamos según lo que vemos.