Más y más comunicación: ¿Cuánto podemos aguantar?

El desarrollo de los medios de comunicación es parte y el fertilizante mayor de la globalización, la modernización y desarrollo técnico y esto de manera accelerada. La pregunta puesta es ¿de qué manera nos afecta?

Veamos primero la evolución y cómo se define el status quo.

Antes de la televisión y de la radio uno vivía en un círculo cerrado: la comunicación se situaba en el ámbito en lo que la persona se movía. La comunicación se pasaba al nivel de ¨cara-a-cara¨ y en parte tras ¨interacción mediática¨, utilizando términos de John B. Thompson (Thompson, 1998: 117). Imaginemonos un pueblo en tiempos sin la difusión de los nuevos medios de comunicación, sin radio, sin televisión, sin internet: las novedades se quedaron la mayoría del tiempo  adentro de éste y se transmitieron en encuentros cara-a-cara, contadas en tiempo real. La única posibilidad de encontrarse frente a noticias de afuera fueron paseos o visitas de habitantes o vecinos de otros pueblos (claramente en tiempo real) o por intervención de ¨interacción mediática¨, es decir por cartas o otros medios de forma escrita como periódicos, anuncios o publicidades.

Proponemos entonces que comunicación tuvo lugar de una manera lenta con inserciones de comunicación mediática.

Se deja en blanco aquí la diferencia que ya en este tiempo seguramente existió entre la vida en la ciudad y en el campo, una análisis de ésta se puede encontrar por ejemplo en un ensayo de Georg Simmel de 1903 “La metrópolis y la vida mental”, que todavía es de gran actualidad.

En cambio hoy en día vivimos en un mundo fuertemente marcado por la globalización cuya gran parte presenta el desarrollo de los medios de comunicación que suma a las formas de comunicación mencionadas arriba y que añade la de la ¨casi-interacción mediática¨ (Thompson, 1998: 117).

Resulta, que los medios de comunicación se han extendido y que el individuo hoy es en el fondo siempre rodeado de ella; la velocidad de comunicación se aceleró muchísimo por la tele, el radio y el internet y lo hace casi imposible de retirarse de este flujo de comunicación y información. La forma de comunicación se amplió y en contraste a la vida de antes, cuando uno se encontró con otro en la calle intercambiando noticias, en la actualidad se pasa que de repente noticias de nivel internacional, transmitido por los nuevos medios entran en el círculo de la vida personal. Por ejemplo 9/11 o recién la catástrofe de Japón tienen influencia directa en las vidas de personas que se encuentran en lugares en todo el mundo, con distancia alta al lugar donde se pasan los acontecimientos. Por eso vivimos en un mundo muy complejo, lleno de símbolos y la comunicación es omnipresente.

Entonces ¿de qué manera nos afecta?

Una de las diferencias más claras de nuestro tiempo es la comunicación inconsciente que surge de esta abundancia de símbolos entre otros. Pues una de las reacciones del ser humano puede ser lo que Simmel llama ¨hartura¨ (alemán: ¨Blasiertheit¨), que describe una persona insebilizada que rechaza en forma de una cierta ignorancia la comunicación que le asalta. Además puede resultar la enfermedad de nuestro tiempo moderno: el estres. Hoy necesitamos ¨una compensación¨, buscamos relajamiento y equilibro en por ejemplo deporte o yoga.

No se puede negar alguna absurdidad en el hecho que este ser humano moderno que ya está expuesto a una gran cantidad de comunicación como publicidades, anuncios y masas de gente más encima se conecta con comunidades virtuales como Facebook, hace llamadas y chatea al mismo tiempo, para sacarse en un momento los audífonos y el celular para una hora de yoga con el intento de no pensar en nada.

Después de todo no se puede decir si esto es bueno o malo y de esto no se debería tratar de una evaluación unidireccional de los medios de comunicación y su impacto de ahora, o como dicen Asa Briggs y Peter Burke: Es un peligro “la afirmación de qe todo ha ido a peor y la suposición de que ha habido progreso continuo” (Briggs y Burke, 2002: 13). Pero la autora finalmente se pregunta cómo se puede orientar el ser humano, cuánto puede suportar y más que nada cuánto esta capaz la psique humana de aguantar.

Por lo tanto es irrenunciable tomar en cuenta este cambio de los medio de comunicación que ha pasado y en lo que todavía estamos y concienciarse de los impactos que tiene sobre la vida, la salud y la mente humana.

Citas:

 – Thompson, J.B. (1998). Los media y la modernidad. Una teoría de los medios de comunicación. Buenos Aires: Paidós Comunicación.

– Briggs, A. y Burke, O. (2002). De Gutenberg a Internet. Una historia social de los medios de comunicación. Madrid: Taurus.


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4 Respuestas a Más y más comunicación: ¿Cuánto podemos aguantar?

  1. Escapar a la interconectividad y la rapidez con la que las comunicaciones hoy se transmiten es algo prácticamente inviable puesto que hasta en los pueblos u aldeas más pequeñas se pueden encontrar celulares o antenas de televisión satelital, es más para muchos individuos el estar conectados se ha convertido en una necesidad. Sin embargo hay que señalar que aunque estemos expuestos a interminables flujos de comunicaciones, muchas de estas no son escuchadas, son descartadas o no consisten en más que balbuceos, lo que levanta las siguientes pregunta: ¿De las comunicaciones recibidas, a cuantas le prestamos realmente atención?, ¿Tendrán todas las comunicaciones recibidas el mismo peso? y ¿Cómo se procesan las comunicaciones recibidas?

  2. laura.heinig dijo:

    Si, se levantan varias preguntas de ello, también de ¿cuánto de toda la comunicación uno puede entender sobre todo?

  3. Laura me gustó mucho tu post, me llama la atención la idea que planteas sobre el nivel extremo al que hemos llegado donde la comunicación pareciera que nos “bombardea” de manera constante e incansable, pero también me parece muy relevante dar cuenta de que todo aquella información que nos llega de manera masiva está definida de manera objetiva para cumplir con los intereses propios de una elite tanto económica como política, limitando así las reales posibilidades que tiene los individuos “comunes y corrientes” de decidir sobre qué desean saber y de qué manera plantearse frente a diversos temas, de acuerdo a esto me surge la duda: si las elites se encargan de nuestra educación y también controlan los medios de comunicación, entonces … ¿la toma de conciencia sobre la realidad contextual de las clases bajas es sólo un sueño del pasado?

    • laura.heinig dijo:

      Tienes la razon, es bastante preocupante.. ¿Con el suenño del pasado estás hablando del idela marxista?
      Yo creo que no es solamente un problema de la clase baja, opino que es un problema de toda nuestra sociedad.

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