El silencio nos hace cómplices, 30 días de huelga de hambre de 4 comuneros mapuche.

“Yo civilizo, nosotros civilizamos”, dijeron. Así los selknam, los aonikenk desaparecieron; los kawáshkar, los yámanas, algunos sobrevivieron. Del escudo de armas del Estado de Chile, ¿Cómo presagio?, en 1819 fueron borrados también los indígenas y la razón de la espada y la evangelización fue trocada por la advertencia: “POR LA RAZON o la fuerza”

Elicura Chihuailaf, “Recado Confidencial a los Chilenos”.

 En Chile, entre los años 1880 y 1990, el pueblo Mapuche y el Estado de Chile libran una serie de conflictos que tienen por finalidad la repartición del territorio que se encuentra al sur del rio Bío-Bío. El primero de estos enfrentamientos es la denominada “Pacificación de la Araucanía”, que da como resultado que los mapuche pierden alrededor del 95% de las tierras que poseían antes de la llegada de los españoles (Hirt en Calbucura y Le Bonniec, 2009; 83). El siguiente proceso, es el periodo de  “Reforma Agraria” implementada entre los años 1964 y 1973. En este tiempo, por medio de una óptica de clases, los Mapuche serán clasificados como campesinos pobres y por ende se les devuelve un alto porcentaje de tierras ancestrales. Con el Golpe de Estado perpetrado en 1973, las tierras recuperadas por las comunidades indígenas serán nuevamente usurpadas y privatizadas, lo que hará más fácil la venta de ellas en caso de ser necesario. (Hirt en Calbucura y Le Bonniec, 2009; 83).

 Pese al “regreso a la democracia”, la creación de la Ley Indígena (Nº 19.253),  la participación en la Declaración de la ONU sobre los Derechos de los Pueblos Indígenas (2006) y también, la ratificación del Convenio 169 de la OIT en marzo del 2008, la situación de las comunidades mapuche al sur del Bío-Bío no ha cambiado sustancialmente, puesto que al igual que en periodos anteriores, no existe una solución por vía legal a las demandas territoriales, impulsando, por medio de la desesperación y angustia, prácticas cada día más violentas y organizadas tanto por parte del Estado Chileno como de los propios miembros del Pueblo Mapuche.

 El conflicto entre el Estado chileno y el pueblo mapuche, llegó a su más alta relevancia tanto nacional como internacional, con la huelga de hambre llevada a cabo por 34 comuneros mapuche en el año 2010. Dicha manifestación se prolongó por 82 días en las cárceles de Concepción, Angol, Temuco, Lebu y Valdivia.

 La situación antes descrita fue obviada por los medios masivos de comunicación por al menos 60 días, luego de los cuales, y a partir de una demanda de las organizaciones mapuche, las emisoras radiales, los canales de televisión y también, los medios escritos eliminan el “cerco comunicacional” impuesto a la sociedad. Esta “apertura” comunicacional posibilitó que gran parte de la sociedad se “informara” e interpelara a sus representantes políticos, dando cuenta así de las diversas miradas y versiones que existen del actual y contingente proceso de formación de una democracia pluri-étnica y multicultural en Chile.

 La información que reciben las masas espectadoras se corresponde con lo que Cohen plantea de la siguiente manera “La prensa no tiene mucho éxito en decir a la gente qué tiene que pensar pero sí lo tiene en decir a sus lectores sobre qué tienen que pensar” (Cohen en Rodríguez, s/a. p17). La apertura de la “agenda de los medios” permitió que la huelga de hambre mapuche formara parte de los contenidos que fueron parte de las temáticas a mostrar, adquiriendo así un alto grado de relevancia pública que le otorgo una cierta jerarquía al interior de la segunda etapa de la agenda setting “La agenda pública”. Por último, y debido a los extremos a los que llegaba la movilización tanto de los comuneros, sus familias y también, sus simpatizantes, las demandas de los presos políticos se posicionaron al interior de la “agenda política”, generando nuevas reformas como la “modificación de la ley anti terrorista” y también, reimpulsando antiguos compromisos contraídos por el Estado como la ratificación e implementación del convenio 169 de la OIT y también, de la Declaración de la ONU sobre los Derechos de los Pueblos Indígenas.

Pese a lo anterior, es posible observar que dichas reformas aun no han sido implementadas y que la ley antiterrorista aun es aplicada de manera discriminatoria a personas pertenecientes a la etnia mapuche. Por lo que parece pertinente dar cuenta de que hace más de treinta días, 4 comuneros mapuche llevan a cabo una huelga de hambre en la cárcel Lebu, dicha movilización es debido a que nuevamente y pese a la reciente modificación de la Ley Antiterrorista, son juzgados como terroristas ignorando la su derecho a contrainterrogar a los testigos encubiertos.

Este silencio de los medios masivos de comunicación frente a las reiteradas violaciones de los Derechos Humanos, una vez más los hace cómplices de la violencia simbólica que es implementada por parte del Estado de Chile, envolviendo a la gran masa espectadora en lo que Noelle- Neuman define como “La espiral Silenciosa”, ya que los medios masivos son “formas de comunicación unilaterales, indirectas y publicas” (Noelle-Neuman, 1995; p.6) que no permiten replicas frente a la entrega de opiniones formadas por periodista con una direccionalidad e intensión determinadas con antelación.

Pese a lo antes expuesto es importante destacar que los individuos somos seres con capacidad de acción y que el desarrollo de nuevas tecnologías ha posibilitado que hablemos de lo que los medios determinan pero no que hablemos como ellos nos dirigen, por lo tanto, podemos investigar e internalizar información que es obviada por los medios masivos de comunicación y también, podemos utilizar las nuevas tecnologías como una forma de masificación de la información con la esperanza de que alguien más se interese por informarse de manera más libre y voluntaria.

Bibliografía:

–          Chihuailaf, Elicura. (1999).  “Recado Confidencial a los Chilenos”. Editoriales LOM.

Bibliografía on- line

–          Calbucura y Le Bonniec (2009). “Territorio y Territorialidad en contexto post- colonial. Estado de Chile- Nación Mapuche”. Ebook producción. Visitado en: http://www.mapuche.info/wps_pdf/calbucura090500.pdf

–          Rodríguez, Raquel.Teoría de la Agenda Setting: aplicación a la enseñanza universitaria”. Madrid. Visitado en:  http://www.obets.ua.es/obets/libros/AgendaSetting.pdf

–          Noelle- Neuman, Elisabeth (1995). “La espiral del silencio. Opinión pública: nuestra piel social”. Paidos. Barcelona. Visitado en: http://www.infoamerica.org/documentos_pdf/noelle_neumann.pdf

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2 Respuestas a El silencio nos hace cómplices, 30 días de huelga de hambre de 4 comuneros mapuche.

  1. La falta de cobertura de la huelga de hambre en los medios puede ser explicada el ejercicio del “framing” y el funcionamiento en si de la agenda setting, lo cual no justifica la falta de cobertura. Pero por otro lado hay que tener en claro que sin los medios de comunicación masiva probablemente no se sabría de la huelga de hambre.

  2. Creo que la falta de cobertura mediática respecto del proceso judicial injusto del que han sido victima los comuneros mapuche no sólo está ligado al ejercicio del “framing”, ya que no sólo responde a la subjetividad del periodista, tendencia política o a sus vivencias pasadas, sino también a una línea editorial particular de cada uno de los medios de comunicación impone por medio de la agenda, combinándose así dos elementos sumamente dañinos para la población.
    Por otro lado, discrepo contigo respecto del aporte que han reportado los medios de comunicación frente a la problemática étnica en nuestro país, ya que los medios masivos de comunicación, entendiendo por estos radio, televisión y diarios, no han postulado una postura clara en lo referente a los distintos procesos tanto legales como políticos y judiciales que ha se han prolongado por lo menos durante los últimos 22 años de democracia. En la actualidad el caso de los 4 comuneros que se encuentran en huelga de hambre no había sido parte de la agenda de los medios masivos hasta la semana pasada (ni siquiera de manera critica…) por lo que no sería posible afirmar “que sin los medios de comunicación masiva probablemente no se sabría de la huelga de hambre”. Desde mi perspectiva, aquellas personas que poseen y desarrollan una opinión informada sobre esta temática son particularmente quienes tiene un interés definido y por lo tanto, utilizan medios tecnológico como internet para informarse, eliminando el papel de los medios masivos que tu planteas como central… y respecto de eso, creo que no es posible decir que en Chile el internet y la forma en que es utilizado se corresponde con las características que debiese poseer un medio masivo de comunicación, ya que no todos poseemos acceso a dicha tecnología y aunque todos pudiésemos utilizarla, no creo que sería de interés popular informarse sobre la huelga de hambre de miembros de una etnia que han sido estigmatizados tanto por el Estado como por los medios masivos de comunicación, como individuos flojos, violentos, machistas y alcohólicos.

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