Hay algo de los atributos de la Web 2.0 que veo poderosamente en Twitter: foco en la simplicidad. Facebook va a morir luego. La propuesta de interfaz y arquitectura de información y participación que propone lleva al desorden, al caos. Han cambiado el front page no para mejorar, sino que para reaccionar frente el overload del sistema. Vamos viendo cómo el crecimiento de la plataforma no sugiere una mejor experiencia de usuario. Fíjense bien. Al mail muchas veces llegan mensajes “fulano de tal comentó tu foto”, “fulano te invita a evento”. Vas a Facebook y no tienes dónde encontrar los avisos. Eso pasa porque Facebook pecó de ambición al querer concentrar toda la “movida” 2.0 en un solo sistema. El orden cronológico de los acontecimientos no sirve de nada. Es un remanente híbrido de un súper Blog. El “qué estás pensando” no es más que un intento de twittear dentro del mismo software. Facebook acumula crecientemente errores de usabilidad que le pasarán la cuenta. Yo estoy esperando el momento de eliminar mi cuenta, que afortunadamente no tiene mucha información de mi vida, pero lo poco, de ahora en adelante estará en las redes de mineros de datos y marketing invasivo.
Respecto a Twitter, ya veremos cómo se escriben sus 15 minutos de fama. Siempre he dicho que Twitter no es más que una versión disminuida de algo que tiene mayor potencial: el dónde estás, el qué estas haciendo y el a dónde voy que nos posibilitarán los celulares bien conectados a Internet. En un tiempo más, las prácticas mediales digitales se dividirán por el espacio con el que contamos en determinados momentos: lo que no podamos hacer en esa pantalla de 320 x 240 que es el celular lo haremos en el PC (retocar fotos, confeccionar archivos, traspasar documentos). Todo lo que sea redireccionamiento, microcoordinación, envío de respuestas cortas, confirmaciones, okeys, vistas rápidas, etc. lo haremos por el teléfono móvil. Eso sí es Twittear.