Espacios, objetos y sistemas digitales fueron los resultados del Taller Integrado 2017 de la carrera de Diseño de la Universidad del Desarrollo, en un viaje de innovación social y de urgencias para el Servicio Nacional de Menores y otras instituciones.
Luego de una intensa experiencia de investigación y creatividad, a mediados de diciembre la sección 1 del Taller Integrado 2017 del octavo semestre de la carrera de Diseño UDD, guiada por los profesores Jorge Hernández Cerda y Daniel Oliva Andrade, hizo la entrega final de sus proyectos de diseño, los que en esta versión tuvieron como enlace y socio estratégico a la Fundación Desafío Levantemos Chile. La meta consistió en proponer soluciones a problemas sociales en todos o alguno de los siguientes ámbitos: Fundación Paternitas, Villa La Escuela de Las Condes y el Servicio Nacional de Menores (SENAME). Nuestra sección, luego de un proceso de deliberación activa, tomó un camino específico, como fue trabajar exclusivamente con este último, de modo de plantear un espectro de propuestas de cara a mejorar el modelo de residencia de los hogares del Servicio Nacional de Menores.
Se trató de una elección compleja, por cuanto el SENAME es una institución cuya misión intenta hacerse cargo de un tema crítico como es la restitución de derechos de niños, niñas y adolescentes vulnerados/as y que ha sido portada de la prensa nacional en los últimos años, desde el estallido del caso Lissette, la niña que perdió la vida en el Cread Galvarino de Estación Central. Abordar desde el Diseño problemas sociales urgentes se vislumbró para este taller como una oportunidad clave para llegar al fondo de temáticas que requieren una mirada transdisciplinar, propositiva y empática.
Siguiendo un marco de acción basado en el Design Thinking, que podemos dividir en 5 pasos no estrictamente lineales (Empatizar – Definir – Idear – Prototipar – Testear), el curso de 12 estudiantes de Diseño de Espacios y Objetos, Gráfico e Interacción Digital consolidó 6 proyectos a partir de una inmersión en distintos hogares pertenecientes a la red privada de colaboradores del SENAME. Para lograr este resultado, el grupo debió sumergirse en una pormenorizada investigación de escritorio (Desk Research) para comprender las distintas aristas del tema y en una etnografía que contempló observación en terreno y entrevistas a stakeholders, funcionarios de los hogares, familias y niños bajo supervisión institucional. Lo anterior, con el fin de encontrar problemáticas, milieus (escenario donde ocurre el problema), usuarios, insights y propuestas de diseño, las cuales su vez se abrieron en un árbol de soluciones conceptuales, técnicas y estéticas.
La dupla conformada por Manuela Lagos y Antonia Prida, abordó el dolor que está en el centro de la ruptura familiar producto de la denominada “negligencia parental”, que es la principal causa de ingreso a la institución estatal (66,5% de los casos), y la enorme brecha de lenguaje que se produce entre los padres que quieren recuperar a sus hijos y los tribunales de familia que siguen curso a la Ley 19.968 del Código Civil. Se trata de personas que están desinformadas del proceso judicial, lo que dificulta y alarga su espera por los errores que cometen, muchos de ellos quedando en el camino sin saber qué hacer, provocando que algunos se den por vencidos, llegando al punto de que sus hijos sean susceptibles de adopción, aún cuando la política general del Ministerio de Justicia es priorizar la reunificación familiar. Es así como surge Puente, una carpeta informativa que simplifica y hace más amigable la información relacionada al litigio que enfrentan estos padres por haber caído en una situación de vulneración de derechos. A través de infografías, ilustraciones y líneas de tiempo, la carpeta es un acompañante que guía sobre lo que vivirán las partes involucradas desde el minuto en que se produce la orden judicial, y que orienta sobre los puntos clave que deberán aportar ellos para la reunificación familiar.
En otro ámbito de análisis, el taller reflexionó sobre los roles que ocupan personas y espacios en gran parte de los centros de la red SENAME. Fue así como el grupo conformado por Carolina León y Ricardo Vidal observó en el Hogar Cardenal José María Caro de La Pintana y otros hogares, la importancia clave del rol y contexto que provee la psicopedagoga, profesional que se ocupa del reforzamiento cognitivo y psicoafectivo en niños de las residencias en edad escolar. Descubrieron que se trata de un tiempo de alto valor y significado para los niños, muy esperado en el día, cuyo potenciamiento emergió como clara oportunidad de diseño. En este escenario surge Oasis Club, un refugio que actúa como “cápsula psicopedagógica” para la experiencia grupal e individual de los programas de apoyo, una suerte de club que extiende el potencial reparador del contexto psicopedagógico. Formalmente hablando, Oasis Club es un cubo de 4 metros cuadrados construido a partir de pallets de madera – material de bajo costo y susceptible de ser donado por grandes empresas -, que en su interior tiene todo lo necesario para realizar actividades de aprendizaje, trabajo en equipo y co-creación.
En una línea similar, el descubrimiento de que “las visitas de ocio – recreativas, no judiciales – son para los niños un momento de especial felicidad” fue el insight que motorizó el proyecto de Teresita Binimelis y Pablo Borrego. Lo anterior, a pesar de que por lo general, no existe un lugar asignado para este tipo de encuentros, siendo realizada la visita más bien desde la improvisación. Habiendo observado la dinámica social del Hogar Cardenal José María Caro, la dupla ideó el proyecto ReHogar, cuyo objetivo es mejorar la calidad de las visitas de ocio en los hogares de menores, a través de la habilitación de un refugio temporal óptimo para una relación acogedora e íntima entre familiares. En este espacio, el niño se transforma en anfitrión del tiempo destinado a la visita, al tener una suerte de “llave” para activar la cabina, que consta de dos módulos que al abrirse generan un espacio compartido en el cual se podrá́ conversar, hacer un pic-nic, e intercambiar regalos, por ejemplo. Este refugio permite aislarse de lo que está pasando en el resto del hogar y dispone de la privacidad necesaria para una visita de calidad.
Consuelo Bernstein y Josefina Larrañaga realizaron una empatía en profundidad con uno de los actores clave de las residencias del SENAME como son las Educadoras de Trato Directo (ETD), cuya función es cuidar de manera integral a los niños institucionalizados, tanto de día como de noche. Centrándose específicamente en el Hogar Esperanza de la comuna de Puente Alto, el equipo se enfocó en un segmento radical como es de los lactantes, es decir, bebés que desde los primeros meses de vida, e incluso desde su nacimiento, han sido declarados como vulnerados en sus derechos y por tanto, sujetos bajo protección del Estado chileno. El hallazgo de que la alimentación de múltiples lactantes a la vez y la falta de equipamiento especializado genera estrés en las cuidadoras, lo que a su vez podría afectar el bienestar neurológico y físico de los bebés, dio origen al proyecto Despertar. El resultado se materializó en el diseño de sillas nido de bajo costo que propician un cambio en las posturas corporales tanto de lactantes como de cuidadoras a la hora de alimentación, como también un mejor manejo de grupos de bebés desde un punto de vista ergonómico.
María José Gómez y Catalina Restovic también trabajaron con el complejo mundo de las ETD. Habiendo observado el carácter multifuncional de las cuidadoras, el cual demanda un ritmo de trabajo extenuante, el grupo decidió enfocarse en el momento de la cena, como una oportunidad para “construir hogar”, apelando a ese momento de asueto que es compartir la comida, el que se hace especialmente relevante en el contexto de los hogares de menores. Tertulia, es una mesa integradora que incluye una cocinilla para calentar alimentos, cuyo diseño proporciona a la ETD una interacción distinta, cálida y lúdica con los miembros de la casa que atiende. La mesa consta de individuales reversibles por lo que es posible también ser utilizada para otras actividades, tales como la realización de tareas o de sesiones psicopedagógicas.
Finalmente, el taller incorporó la dimensión psicológica del ámbito abordado. Jacinta Izquierdo y Constanza Meléndez, se preguntaron desde las primeras visitas al Hogar Cardenal Silva Henríquez de Punta de Tralca, por qué los niños dejan marcas, rayas y dibujos tanto en el exterior como en el interior de las casas de las residencias. Una expresión que es propia de la niñez, pero que en el contexto de los hogares del sistema de protección infantil cobra un significado particular. A partir de un insight que da cuenta de la necesidad de arraigo de los niños como también de una pregunta por el desarrollo de la identidad de estos, surge el proyecto Huella, una plataforma digital de apoyo a los talleres de identidad que realizan las psicólogas de las residencias en la que es posible ver los dibujos que elaboran los participantes con el fin de generar comunidad y registro sobre los imaginarios que surgen en los hogares del servicio estatal.
Cabe destacar que de manera paralela a esta sección, otras cinco duplas de profesores desarrollaron el Taller Integrado, abordando la temática del SENAME así como otros temas propuestos por la Fundación Desafío Levantemos Chile, con lo cual se generó una importante batería de proyectos para las contrapartes en las más diversas miradas de diseño y outputs de productos.
Felicitaciones a cada uno de los (as) estudiantes de esta versión del Taller: Consuelo Bernstein, Teresita Binimelis, Pablo Borrego, María José Gómez, Jacinta Izquierdo, Manuela Lagos, Josefina Larrañaga, Carolina León, Constanza Meléndez, Antonia Prida, Catalina Restovic y Ricardo Vidal.
Y un especial agradecimiento a la comisión examinadora que nos acompañó en el examen final el día 15 de diciembre, Paulina Contreras (Diseño UDD), María José Williamson (Diseño UDD) y Manuel Pino (Desafío Levantemos Chile).
