Gracias a la consolidación de redes sociales como facebook y twitter, el activismo ha atravesado por un proceso de transformación y adaptación dentro de un nuevo escenario cibernético, en el cual los acontecimientos públicos -en este caso las movilizaciones- ya no requieren de “individuos físicamente presentes en el momento que acontecía(n)” (Thompson, 1998: 169), si no que pueden ser experimentadas por un sin número de usuarios en momentos y lugares diferentes, donde la única condición es tener una cuenta de acceso.
El ciberactivismo, tal como lo plantea Greenpeace, apela a “movilizarse activamente en la defensa del medio ambiente desde tu ordenador” y de esta manera pretende sensibilizar a la población sobre los ecosistemas vulnerables, ejercer presión en la esfera política, promover leyes medioambientalista, etc. Es por esto, que las nuevas plataformas sociales comienzan a adquirir mayor protagonismo, ya que la información ya no necesita comunicarse (únicamente) a través de una interacción cara a cara, si no que puede ser difundida a través de múltiples formatos, tiempos y espacios: un video, un documental, un post, un comentario, etc., pueden ejercer exactamente la misma función, con la diferencia de que el mensaje tiene la posibilidad de llegar a millones de receptores en un menor tiempo y a un solo clic.
Un ejemplo de lo anterior podemos verlo reflejado en el movimiento ChaoPescao, el cual emerge desde la ciudadanía con el objetivo de proteger dos reservas marinas chilenas, las cuales estaban amenazadas por la construcción de dos termoeléctricas: Barrancones y Cruz Grande. Gracias a sus acciones -difusión de documentales via facebook, twitter, youtube– dicho movimiento logra comprometer a los usuarios, volviéndolos protagonistas de esta lucha ambiental, de tal manera que la presión hacia las autoridades es cada vez mayor, hasta el punto en que el problema se incuba en la agenda política, y finalmente a pesar de que el COREMA voto a favor de la termoeléctrica, Piñera fue quien ordenó reubicar la central, lejos de las reservas naturales, salvando Punta de Choros de la termoeléctrica de carbón.
A pesar de lo anterior, es importante destacar que “estas nuevas formas no han desplazado enteramente el papel de la «propiedad pública tradicional de la co-presencia». La forma tradicional permanece como una característica importante de las sociedades modernas” (Thompson, 1998:169), en donde la movilización ‘en la calle’ sigue siendo una herramienta importante de manifestación por parte de los movimientos sociales, la diferencia está en que las redes sociales marcan el punto de partida, es decir, el lugar y la hora del encuentro en donde se realizarán. Un ejemplo de ellos es la creación de eventos en facebook, en donde millones de ciberactivistas se informan de las acciones que llevaran a cabo las organizaciones a las que pertenecen (o les gusta).
De acuerdo a los argumentos expuestos, es posible reflexionar sobre el impacto que han logrado generar en la agenda política las ciberacciones de los movimientos ambientalistas, ya que si bien dicho tema no había logrado incubarse con la suficiente fuerza en los debates políticos, en la actualidad, gracias a la difusión de información vía internet, dicho obstáculo está logrando ser superado, en donde “los individuos privados se han reunido en organizaciones y grupos de presión con el propósito de influir en la política gubernamental” (Thompson, 1998: 164).
En conclusión, podemos dar cuenta de lo importante que se ha vuelto para los movimientos ambientalistas la utilización de redes sociales como una herramienta fundamental para llevar a cabo objetivos y metas, lo que se puede explicar por la posibilidad que ofrecen las mismas al momento de enviar un mensaje a millones de receptores en un menor tiempo, en donde la interacción cara a cara ya no es un requisito para actuar, si no que sólo se necesita un mail y una contraseña.
Bibliografía:
- Thompson, J. (1998) “Los Media y la Modernidad”. Paidós, Barcelona.
Un punto central consiste en que los media no se extinguen, sino que conviven. Lo anterior quiere decir que el advenimiento de un nuevo medio de comunicación no elimina a su antecesor, o sea que el teléfono no eliminará a la carta u la televisión al cine. Teniendo en claro lo anterior se puede señalar que aunque se genere una nueva forma de protestar mediante un canal on-line, no va a suplantar el protestar prescencialmente.
Estoy de acuerdo contigo, y tal como expuse en el post, el ciberactivismo emerge como una herramienta más entre los movimientos ambientalistas, la cual convive con otro tipo de estrategias de lucha, como por ejemplo, las manifestaciones “en la calle”. Este hecho refleja los múltiples frentes de acción en los que se desenvuelven este tipo de organizaciones, de esta manera logran ejercer la presión necesaria hacia las autoridades para lograr sus objetivos, ya que si bien miles de personas pueden hacer clic y aceptar una causa, finalmente ¿Cuántas son las que van a manifestarse?. Dicha interrogante pone en cuestión al mismo tiempo este tipo de activismo, ya que puede reflejar la vulnerabilidad de los mismos, mostrándolo como una moda cibernética, o bien por el contrario, puede ser el reflejo de un movimiento consolidado que actúa y se adapta en cada uno de sus frentes.
Me parece relevante como es que a través de los medios cibernéticos podemos masificar un mensaje y lograr un movimiento social activo. Independiente de que uno esté de acuerdo o no con el mensaje, este se expande llegando a diferentes usuarios, lo que provoca un aumento de adeptos.
Estoy de acuerdo contigo, pero finalmente a la efectividad de los movimientos ambientalistas no se medirá por el número de adeptos, si no que por la realización de sus objetivos. Si bien en el caso de ChaoPescao se lograron las metas propuestas, quedan aún muchas tareas pendientes, por lo mismo, las acciones tienen que dar un paso más allá del sitió web, para que logren concretizarse en la realidad.
Efectivamente, el movimiento ChaoPescao logró, en alguna medida, concretar su objetivo. Fue gracias a la campaña desarrollada en internet que sus demandas atraparon la atención de los medios masivos de comunicación, se concretaron manifestaciones en las calles y el presidente Piñera se vio casi obligado a tomar una acción fuera del conducto regular de las decisiones en políticas medioambientales. Se podría decir que a través de cada uno de esos pasos la comunicación se fue haciendo más concreta, más directa. Sin embargo, los medios masivos (como la TV) tienen una gran influencia en el mensaje final que se transmite. por ejemplo, siempre se habló de la termoeléctrica Barrancones y nunca, o casi nunca de Cruz Grande, y asimismo, muchos otros movimientos o casos habrán pasado desapercibidos, es cosa de tomar en cuenta la magnitud y preparación que tuvo la campaña ChaoPescao.
La dificultad que enfrentan los movimientos ambientalistas en Chile, es que si bien siempre han estado presente en la agenda sistémica a través de grupos de interés, nunca han entrada con la suficiente fuerza en la agenda institucional. Es por esto que las redes sociales cumplen una importante labor, al introducir dichos temas en la sociedad. Hoy en día la campaña “Patagonia sin Represas” es la que está en el “ojo del huracán”, donde próximamente habrá una votación a cargo de la COREMA para ver la instalación de la HidroAysen, tema que no ha tenido protagonismo en los medios nacionales, por lo mismo es importante que la sociedad se haga cargo ejerciendo presión en las autoridade,s para decidir que tipo de políticas energéticas espera para el país.
Esta es una idea de como los nuevos medios llegan a ocupar una especie de necesidad que nace con la postmodernizacion de la gente. Ante el revuelo y conocimiento de temas que necesitan urgencia ser mostrados, se recurrira a estas redes que forman una voz tambien, donde el muy bueno para ellos pasar a otros medios, en el caso de ChaoPescao fue bueno para ellos que se mostrara en las television ya que fue mayor el impacto en la gente.
Estoy de acuerdo, en este caso específico los medios de comunicación y las redes sociales jugaron un rol clave en beneficio de las demandas de la organización. Pero no hay que olvidar que no todas las causas ambientales cuentan con la misma exposición mediática, y por ende no son conocidas necesariamente por todos. Hay entonces un llamado a informarse por otros medios y a salir de la pasividad del “me gusta”, para actuar y reflexionar en otros espacios.