De acuerdo al alto grado de poder que tienen los medios de comunicación, las personas se ven interferidas en cuanto a sus juicios, debido a la información que presenta la prensa, tiene algún tipo de sesgo en su postura, lo cual es una falta de objetividad en relación a la noticia que se entrega, tal como nos podemos encontrar con una misma noticia relatada de distinta manera en diversos canales de televisión, o aquellas noticias que los diarios le dan una mayor o menor relevancia respecto a sus propios intereses.
Entonces es aquí donde existe una reapropiación de soberanía por parte de los medios de comunicación, ya que son quienes tienen el control y pueden hacer lo que quieren bajo su postura política personal.
De tal manera, van a ser los políticos quienes les van a dar una enorme importancia a los medios de comunicación, y los van a utilizar como herramienta fundamental en cuanto a su imagen, y esto, no solamente en el plano local sino también en el ámbito global, ya que van a ser ellos quienes intervengan en la visión de la nación y el resto del mundo, por lo tanto, esta amplitud global que alcanzan los medios de comunicación es un elemento bastante utilizado por los políticos, ya que la imagen hoy en día a nivel mundial es esencial en todo lo que se refiere a los acuerdos internacionales o todo lo relacionado con el libre comercio.
Esta situación se explica en el texto de Thompson en cuanto a: “Con el desarrollo de los nuevos medios de comunicación, como las primeras imprentas, los gobernantes políticos se interesaron de manera progresiva en su autopresentación ante audiencias que no estaban físicamente presentes. Los nuevos medios de comunicación sirvieron no sólo como vehículo para promulgar decretos oficiales, sino como medio para fabricar una autoimagen que podría ser transmitida a otros lugares lejanos” (Thompson: 184).
Bajo esta perspectiva es que los políticos, utilizan los medios de comunicación para llegar con su discurso o con su política a toda la ciudadanía del país y el resto de la gente de otros países. De este modo, no necesita estar en el lugar específico para transmitir algo, son los medios de comunicación los que se van a encargar de ello, presentando lo que ellos quieren o lo que a ellos les parece relevante, a la sociedad.
Los medios de comunicación no se quedan simplemente en mostrar lo que dice o hace tal o cual político, sino que bajo su propia postura o la posición política de un determinado diario o canal de televisión, van a presentar la noticia a su manera, es decir, si están a favor del político van a censurar algún tipo de cosas que no le favorezca o van a esclarecer aquello que pueda jugar a su favor frente a la ciudadanía. Por otro lado, van a hacer lo contrario con aquel político o aquella coalición que no esté, o sea, opuesta a los principios de un determinado diario, canal de televisión o radio.
En definitiva, existe en los medios de comunicación un trastocamiento de la realidad social, ya que van a presentar o dar a conocer lo que ellos quieren y no lo que realmente sucede o más bien se muestra a su manera. Y los políticos a la vez deben ser muy cautelosos y deben saber manejar muy bien los medios de comunicación, ya que es una herramienta que les puede favorecer o perjudicar en gran medida, ya que el control o mecanismo para presentar una noticia o dar una información se ve afectado de manera trascendental bajo la posición de los medios de comunicación.
Así es pues, es lo que menciona la teoría de la sociedad de masas, donde existe una interdependencia entre poder y los medios; y no tan sólo político, si no, más bien de una hegemonía. Se nota demasiado, en especial en países como Chile, donde me atrevería a decir que, la mayoría de los medios de comunicación están comandados por un grupo de cierto partido, enseñándonos sólo una cara de la moneda. Es un escenario bastante preocupante, pues llegará un punto en que lo único que diferenciará a los partidos en cuanto a opinión pública, será sus direcciones y todo lo que los involucre en términos de comunicación de masas, se está volviendo de dudosa reputación y cada vez menos confiable.