Fenómeno “Sims”: Jugando a ser Dios.


Construirle una vida a un personaje, comprarle su propia casa, alimentarlo, vestirlo, hacerlo reir, dormir e incluso enamorarlo, crear un mundo perfecto para él , dirigir su vida como quieras y teniendo todo bajo control. Simular  una realidad identica a la nuestra, en donde tu “sims” es el protagonista y tú, su omnipresente creador. ¿Te interesa jugar a ser Dios?.

Un simulador de la vida, es así como “Los Sims” se define en el medio virtual, desde sus inicios en el año 2000 hasta el día de hoy. Desde su gestación,  más de 16 millones de copias legales se han distribuido en todo el mundo, siendo el más vendido en la historia de los videojuegos de PC. El éxito de este juego se basa en la  filosofía creativa de aplicar teorías científicas para el diseño de un simulador de vida, ya sea en un planeta, una ciudad o más específicamente, un barrio.
En los Sims  cada ser vivo tiene personalidad propia y se controla individualmente de forma directa, se le construye una vida , se concretan sus aspiraciones y se monitorea su evolución constantemente, en su mundo perfectamente creado todo es posible y todo puede ser controlado por uno mismo dentro de este mundo virtual.


Entrando en la dinámica de este juego y su repercusión social, me es imposible no recordar la película “The Truman Show”, en donde se sigue la misma logica del juego en cuestión, la vida del personaje fue construida y su realidad adecuada para que se desarrollara dentro de un medio ideal, todo manipulado por el director que adoptó un rol omnipresente y casi paternal dentro de la vida del protagonista. Si bien en “The Truman Show”, se utilizó a la televisión como medio troncal de difusión de esta realidad que fue hecha para ser vista por millones de personas, en los Sims se ha utilizado el medio virtual, un medio más personal en donde el usuario crea su cuenta, construye sus personajes y juega en su mundo, sin afectar al resto de forma masiva. Sin embargo ambos siguen la misma lógica, pues se crea un mundo en donde el individuo, ya sea el mismo Truman, la audiencia de este programa e incluso el jugador de Los Sims, perciben de diferente manera la realidad.  Elisabeth Noelle-Neumann en su texto sobre la espiral del silencio nos introduce dentro del concepto de Percepción selectiva, que adopta un papel importante dentro de la psicología social como parte de las investigaciones sobre comunicación que se vienen realizando desde mediados de los años cuarenta por parte de Lazarfeld , Heider y Festinger. El contenido de este juego y sus efectos caben dentro de este concepto y Noelle-Neumann es clara al decir, “Las personas tratan de evitar activamente la disonancia cognitiva y de mantener una imagen armónica del mundo.” (Noelle-Neumann, 1982:194), esto es precisamente lo que un jugador de los sims busca, armar una realidad perfecta y carente de complejidades, en definitiva la modifica a través del juego, afectando su propia percepción de realidad y su forma de comunicarse. En este juego la creación de estereotipos también es clave, y que según Noelle-Neumann, determinan lo que a futuro hablaremos , veremos y de lo cual opinemos.


En Los Sims,  no es arbitraria tampoco, la utilización de medios virtuales para su desarrollo, tomando como referencia a Manuel Castells en su texto “Comunicación y poder”, él señala, “Las nuevas tecnologías también están fomentando el desarrollo de espacios sociales de realidad virtual que combinan sociabilidad y experimentación con juegos de rol.” ( Castells, 2009:106). Cláramente este juego involucra diferentes roles que incluso la psicología se ha preocupado de investigar, el rol predominante lo tienen las personas que se involucran con este juego y adoptan un papel casi de Dios, una representación omnipresente que con un sólo click puede cambiar la realidad de su personaje y modificarla a su antojo. Dentro de este mundo virtual se generan diversos códigos y modos de interacción que el jugador va asimilando y haciéndolos parte  su vida,  ” De este modo están ampliando las fronteras de la virtualidad a los límites de la interacción entre diferentes formas de nuestra construcción virtual.” (Castells, 2009:106).

En simples palabras, todos podemos  jugar a ser Dios, sin embargo nadie sabe lo que realmente pasa tras el monitor, una realidad inventada es capaz de modificar mi propia realidad inconscientemente y por consiguiente mi forma de interactuar con el resto de los individuos.

Links:

http://neuromarca.com/blog/percepcion-atencion-selectiva

http://answerswizard.net/index.php?newsid=4013

http://www.youtube.com/user/TheSims?blend=1&ob=5

Este artículo fue publicado en Comunicación, Cultura, Espiral del Silencio, Formas de Interacción, Manuel Castells, The Truman Show, Uncategorized y etiquetado , , , , , , , , , . Marcador del enlace permanente.

3 Respuestas a Fenómeno “Sims”: Jugando a ser Dios.

  1. Me siento totalmente identificada con tu comentario, por mucho tiempo fui fanática-adicta de juegos que si bien no son tan omnipotentes como Los Sims, tienen una cuota de vida en tiempo real, y me refiero a juegos de Facebook como FarmVille, FrontierVille, CityVille, etc., que han armado todo un revuelo y que inexplicablemente hacen que todos quiera jugar. El gran problema es que se vuelve tan grande la adicción a cosechar, sembrar, construir y que no se te muera la cosecha o que tienes que alimentar a tus animales, que sin darte cuenta, terminas jugando en cualquier momento y en cualquier lugar, posponiendo tareas de la vida real real para jugar a algo sin perder absolutamente nada. En cierto modo creo es una mezcla entre competitividad y evación. La primera porque quieres jugar todo el tiempo para tener más que tus vecinos en este caso, y la segunda porque hay una preferencia a olvidarte de tu vida y de tus asuntos personales, para convertirte en otra persona, en una persona que puede vivir de su granja, y que las responsabilidades son mucho menores. Mejor dicho, de vivir en un mundo perfecto y pasar a ser de un simple peón a una especie de Dios.

  2. Es muy interesante la metáfora de jugar a ser Dios; encuentro que es muy acertada. Sin embargo, encuentro muy dramática la analogía. Pues, siguiendo el argumento de la percepción selectiva y la armonía que “todos queremos”, en cierta medida significa vivir una realidad virtual que no se atañe a la vida que llevamos los seres humanos en el mundo de lo social. El ejemplo que tú das sobre The Truman Show muestra las sensaciones y las alteraciones psicológicas que comienza a tener el protagonista cuando empieza a descubrir “la realidad”. Entonces, me preguntó ¿Cuáles serían las consecuencias de jugar a ser dios? ¿Que pasa si entramos al juego y después no podemos salir? Afortunadamente Truman pudo escapar de su “maravillosa realidad construida”, ahora ¿Que le espera?
    Si tenemos la capacidad de construir realidades ¿en qué medida podemos controlarlas? Siguiendo con tu analogía de los Sims, hay momentos en el juego en que los personas se vuelven incontrolables, exigentes y cuesta mantenerlos en su rutina. En fin, ¡Ser dios no es tan fácil!

  3. daniela.pizarro dijo:

    Evidentemente el control que se pueda o no ejercer al momento de entrar en este juego, pasa a depender del jugador y de su nivel de involucramiento dentro de este “pseudoentorno” que ha creado, concuerdo contigo en que no es tan sencillo como aparenta jugar a ser Dios, pero considero adecuada la metáfora , puesto que al momento de entrar en el juego y de tener la posibilidad incluso de cambiar la personalidad y el carácter de los personajes , es casi un acto de creación neta. Es cierto que muchas veces el juego se escapa de las manos, pero depende de cada jugador pasar o no ese límite y de poner los pies sobre la tierra y entender que los Sims es sólo un juego de ficción.

Los comentarios están cerrados.