Expositores

por Mariela Suárez

El mundo frío y cuadrado al que pudiera remitir un título como 'Primer Seminario y Muestra Internacional de New Media' se derritió, en parte, al escuchar que el evento se titulaba "Nuevos medios que conectan personas". Al menos se hablaría de teoría y técnica, pero estaba la promesa de, en algún momento del encuentro, dar cabida al ser humano. De quienes asistieron a él, muchos quedaron sorprendidos por la calidad de las exposiciones y de sus relatores, más aún cuando se descubría que tras el uso de herramientas que aparecen como complejas e impersonales, hay mil y una formas de darles buen uso.

Así es, el Seminario presentó experiencias de Chile, Argentina, Perú, Colombia, México y Estados Unidos en las que los nuevos medios han jugado un rol fundamental a la hora de iniciar un proceso de cambio, de educar, compartir y abrir nuevas formas de comunicación entre las personas.
Se hace camino al andar...

Once fueron las ponencias que se desarrollaron entre el 22 y el 25 de septiembre del año pasado en la Biblioteca Nacional.
El vamos, en una actividad organizada por el Centro EAC de la Universidad Alberto Hurtado, lo dio el padre Fernando Montes S.J., rector de la casa de estudios. Sus palabras fueron adquiriendo valor tras cada nueva presentación. Dijo que en una sociedad cada vez más individualista, carente de sentimientos y acelerada, la tecnología suele ser vista como una panacea per se, sin reparar en los costos que tiene ni en la posibilidad de utilizarla en algo más noble, enfatizando que "nos hemos llenado de medios y nos hemos olvidado de los fines".

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Era imperioso erradicar la imagen ermitaña y egoísta que circunda a la red, presentándola como una aliada a la hora de emprender heroicas guerras contra la deshumanización.

La primera batalla estuvo a cargo del mismo Centro EAC, liderado por David Benavente, quien dirigió el Seminario. El abogó porque no se haga hincapié siempre en la necesidad de tener más tecnología, sino de darle nuevos usos que sirvan como expresiones de comunicación social. Es decir, que estén cada vez más cerca de la gente, sin ningún tipo de discriminación.

El trabajo que el sociólogo ha hecho como documentalista, valiéndose de usos innovadores del medio audiovisual, le ha servido para mostrar su obra a las personas y entablar una conversación a partir de las emociones que les genera el verla. Lo esencial no es el documental en sí, sino la puerta que abre para entrar en el corazón del espectador y permitir una retroalimentación que, por el sólo hecho de fomentar el diálogo, ya adquiere un valor social.

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