Sólo necesitas las ganas de escuchar música para conocer gente. Last.fm es una red social que tiene como base la música, en donde uno puede escuchar radio y elegir distintos grupos o solistas. La gracia de todos esto, es que el sistema tiene un algoritmo que aprende de tus gustos musicales y a la larga busca y toca sólo música que te gusta. Como red social funciona porque uno puede escuchar radios de amigos o encontrar amigos con afinidad musical.
“Un usuario de Last.fm puede crear un perfil musical usando dos métodos: escuchando su colección personal en una aplicación de música con un plugin de audioscrobbler o escuchando el servicio de radio a través de Internet de Last.fm, normalmente con el reproductor del mismo servidor”.
Lo más característico de Last.fm es la especialización en un tema en donde convergen usuarios con gustos similares, que tienen algo en común, generando así un espacio donde nace una comunidad. Hoy el sentido de comunidad se enmarca en un sentido distinto, ya que se debe diferenciar los nuevos medios, respecto a los medios de comunicación de masas. Podría decirse que lo que entendemos como comunidad hoy implica un papel inédito de las personas que son parte en los nuevos medios, ya que deben tener una actitud más activa que frente a los otros medios como la prensa, la radio o televisión.
Por último agregar, que los espacios como Last.fm, aunque poseen comunidad como ya mencioné antes, esta comunidad es segmentada, muy acorde a las posmodernidad en que vivimos, ya que que se diferencia de otras agrupaciones. Y a pesar de que es masiva en cuanto a número de usuarios, no es masiva en cuanto a simultaneidad de la información que se recibe, como se da en los antiguos medios. Internet hoy se puede ejemplificar como un espejo trizado en mil partes y que cada una de esas partes es un segmento de la sociedad. Lo interesante de todo esto, es que podemos ser parte de muchos de esos espacios.
Buena reflexión al final del texto. Ni más, ni menos, Lastfm es sólo una parte. Imaginando con la temática ¿Uno puede llegar a desear ser parte de ese gran espejo y pertenecer a todos sus fragmentos? ¿Es una enfermedad de la modernidad?
Muy buen post estimada colega bloggera, que ventajas tenemos poder contar con una radio inteligente que recuerde nuestros gustos y además nos conecte con personas que comparten también esos gustos.
Buena analogía del espejo trizado en mil partes; Me pregunto si alguna vez ¿será posible contar todas las partes y crear un verdadero mapa mundial de segmentos con gustos y preferencias de todos los habitantes? Creo que debe ser la pesadilla de todo publicista o marketero.
creo que la postmodernidad ya nos dividió y veo difícil ser parte de todo, lo que no quita saber qué existen, es interesante que sea así.
Qué entretenido el tema María José. Como tú bien dices este fenómeno se caracteriza por atender a pequeñas comunidades que tienen gustos parecidos, no a una sola masa de gente. Técnicamente esto tiene que ver netamente con lo que se conoce como la economía del Long Tail (larga cola), es decir, los nuevos medios permiten que se vayan desarrollando una enorme cantidad de nichos que sobrepasa el grupo que está concentrado en el éxito de taquilla. Hoy vivimos en una cultura de la abundancia (hay más creación de material, y éste se distribuye fácil y rápidamente porque ya no existen barreras comunicacionales), donde ya no interesa cuál es el hit número uno de la lista Billboard, si no que se prefiere explorar música nueva, compartir con otras personas afines a ellos por tener los mismos gustos, etc. Al final, si uno juntara todos los nichos que existen le ganarían por lejos en cantidad a esa masa que está a la cabeza de la llamada curva de la economía. En otras palabras, las comunidades pequeñas que existen son muchas, ya no se puede hablar de una gran comunidad, todo está fragmentado. La gracia de la larga cola es, por lo tanto, que los individuos pueden encontrar absolutamente todo lo que se les ocurra (como música de grupos x que prácticamente nadie conoce, o un tema que fue famoso en los años 70 y del que nadie se acuerda), no hay límites. Y un claro ejemplo es last.fm.