Watch what you say watch what you do

El fenómeno de las redes sociales ha cambiado las relaciones interpersonales. Nos permite mantenernos en contacto con personas de diversas culturas en lugares muy lejanos, amplía nuestro círculo de amistades y crea nuevas oportunidades laborales. Sin embargo, el uso de estas poderosas herramientas comunicacionales encierra un nuevo e inesperado peligro.

El caso de Facebook

Suplantación de identidad, grooming, venganzas de ex pololos… todos estamos conscientes de los riesgos que acarrea el compartir nuestra intimidad, mediante fotos y comentarios, con cientos de personas. Hasta hace poco tiempo, los problemas generados por la popularidad de este tipo de páginas web compartían un claro elemento común. La inmoralidad. ¡Ladrones los suplantadores de identidad! ¡Despechadas las ex pololas sicópatas! ¡Abusivos! ¡Pedófilos!

Hoy, cuando sus límites son aún difusos, determinar la ética del asunto resulta una tarea compleja. La prensa nos ha sorprendido con numerosos casos de personas que han perdido sus trabajos por subir a la web opiniones o actitudes que han ofendido a sus empleadores.

Una mujer fue despedida tras publicar unas fotos de ella bebiendo cóctels en la playa durante sus vacaciones, mientras se encontraba con licencia médica debido a una fuerte depresión.  El Banco de Chile fue sometido a juicio tras ser denunciado por acoso virtual por un ex empleado. Una muchacha británica perdió su empleo por decir que estaba aburrida en el trabajo.

Debemos administrar con cuidado la información que compartimos y saber elegir con responsabilidad a quienes permitimos que tengan acceso a nuestra intimidad, a nuestros sueños, a nuestras vidas…  Solo así podrán ser percibidos en su totalidad la infinidad de beneficios ofrecidos por las redes sociales.

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6 Responses to Watch what you say watch what you do

  1. oscar.molina says:

    Un post sobre la cautela. Sólo hipotéticamente ¿Que responsabilidades tienen que tomar los creadores de estas herramientas para que estos casos macabros no se repitan? ¿O toda la responsabilidad es de los usuarios?

  2. Lo que más me llama la atención es la poca legislación que hay respecto a estos temas. Esto se debe principalmente a que las tecnologías y redes sociales evolucionan tan rápido que es díficil mantenerlas bajo control o legislarlas pues, al minuto, habrán nuevas formas de saber del otro y acceder a su información. Personalmente creo que se debe abogar al equilibrio, las instituciones no deben acceder a lo que son tus opiniones personales o tus actividades familiares y escudarse en ello para atentar contra el individuo. Sin embargo, los usuarios también deben ser cautelosos y tener conciencia de la repercusión del contenido que producen: quiénes lo ven, cómo lo toman, ¿realmente quiero que rodos sepan lo que hago? etc.
    Es un tema muy boga, dificil de legíslar y obtener responsables directos. Todo debería funcionar en el marco del respeto anque siempre hay inescrupulosos a quienes no les importan.

  3. A pesar de que concuerdo totalmente contigo, en cuanto al peligro que signifca la suplantación de identidad por Internet, me cuesta saber cuál es la linea que divide lo positivo con lo abusivo en cuanto al uso de información personal que se encuentre en la web.
    Por ejemplo, el caso que tu presentas sobre el empleado que demandó al Banco de Chile por acoso virtual, resulta muy confunso, ya que muchas veces no se trata de abuso sino que sólo control por parte del empleador, para mantener mejor supervisación -y lograr evitar estafas, como la de la mujer que presentó licencia médica para irse de vacaciones-. Sin embargo, aquí entra en juego la privacidad de la persona, ya que nadie quiere ni debe ser “cyber-espiado”. Aunque personalmente pienso que, todos debemos ser conscientes de que todo lo que subamos a Internet es en mayor o menor medida publico.
    Por último, recalco que la dificultad aumenta en estos casos que involucran adultos, ya que cuando se trata de menores de edad la solución es sencilla, mayor y mejor control del uso de la web por parte de los menores. Pero, al volver a los adultos, sigo sin poder dilucidar cuál sería una solución pertinente frente al problema. Incluso, tiendo a dudar si es que realmente la hay.

  4. ¡Excelente el post! Me gustó muchísimo, aparte que encuentro que es totalmente cierto el que las redes sociales se pueden transformar en un arma si es que no se usan con cuidado. Yo creo que todos, por lo menos una vez, nos hemos metido en el facebook de algún ex pololo o alguna enemiga para ver en qué están, si les está yendo bien (e incluso a veces deseando que no sea así). Sin embargo, no se si está correctamente empleado el término “acoso virtual”, ya que en todas las redes sociales uno tiene plena libertad para elegir a sus amigos, que en el fondo son los posibles visitantes a nuestra página, y también para saber qué poner como comentario y fotos. Si es que uno dice que está aburrido en su trabajo, o algo en contra de su jefe, simplemente corre el riesgo de que éste lo lea y sepa su opinión.

  5. Yo creo que la responsabilidad de proteger la intimidad de las personas recae casi 100% en los usuarios. No es mucho lo que pueden hacer páginas como Facebook, salvo ofrecer algunas alternativas de privacidad y la libertad de elegir con quién compartes tu información personal. Es urgente que se creen leyes que regulen este tipo de situaciones, sobretodo en el caso del grooming, pero también es importante que la ciudadanía sea consciente de los riesgos asociados al uso de estas populares redes sociales y que asuma su cuota de responsabilidad. ¿Quien manda a la jueza a sacarse fotos sexis para el pololo? No digo que este mal, sino que después de tanto video porno de famosos filtrado en internet, ¿cómo no se dio cuenta de que con ese tipo de cosas hay que tener cuidado? ¡Sáquese fotos jueza! Pero sáqueselas con SU cámara y si no es la suya… asegúrese de borrarlas después.. Lo mismo corre para las escolares que se andan sacando fotos semi desnudas en el baño para subirlas a sus perfiles haciendo intencionalmente público su despertar sexual. Aunque es verdad que falta mucho en materia de legislacion digital, es principalmente responsabilidad de sus padres crear una cuenta de facebook para supervisarles las fotos, los amigos y los pretendientes. ¡Seamos responsables de nuestros actos! ¡Dejemos de ser negligentes y cuidemos a nuestros niños y jóvenes! Y sobre todo… trabajemos proactivamente en pos de nuestra seguridad y la de los demás.

  6. Concuerdo plenamente con Natalia, la responsabilidad cae en nosotros y en el caso de menores de edad (no hablemos de 18, sino de 14) en sus padres. No puede ser que se culpe a Facebook por desiciones que nosotros tomamos, como lo son subir tal foto y tal comentario. Nosotros tenemos la libertar de hacerlo y la responsabilidad de utilizar de buena manera dicha libertad.
    Lo que si es repudiable es que se juzgue a la gente por lo que hace en dicha red social. Suena absurdo y hasta creo que está muy mal que una persona sea despedida por algo que subió o comentó en Facebook. Pero nuevamente esto recae en las personas.
    Por último, creo que debería existir un amparo de la justicia ante éstos casos a modo de prevenir que podamos ser despedidos por subir u opinar tal cosa. Es hasta discriminador!

    Saludos

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