A lo largo de la historia hemos visto cómo la sociedad ha ido evolucionando, cómo se ha pasado de vivir en una falsa conciencia rígida en los tiempos donde las clases sociales estaban fuertemente marcadas, a una falsa conciencia que se ha filtrado de forma silenciosa por medio de esa utopía que se esconde en la ideología que conocemos como técnica.
La sociedad de masas tuvo comienzo en el siglo XIX, donde surgen nuevas ideas y sueños. En el libro El Futuro de la Audiencia Masiva se desarrolla la revolución de la información y las comunicaciones, que son los ejes de transformación social que se ha caracterizado en nuestra época. En el libro se plantea la idea de que después de la Segunda Guerra Mundial se han producido tendencias como la declinación de la vida familiar, la movilidad laboral, la declinación de la localidad local, el debilitamiento de los lazos religiosos y étnicos; y la disminución en la participación en asociaciones voluntarias. Todo este cambio que presentado la sociedad tiene como origen la evolución de la información, ya que antes ésta se limitaba a un grupo específico de personas que guardaban las ideas de la sociedad y se las transmitían a las clases más bajas, pero ahora esa información está disponible para todos, ahora la sociedad se forma una idea de lo que ocurre y de lo que es de forma más directa, y no porque otros impongan esa idea.
La idea que plantea el autor W. Russell es que a medida que las tendencias nombradas anteriormente entran en crisis, la comunicación masiva proporciona una nueva identidad. Esto lo podemos complementar con lo visto en clases, donde recordábamos que en un comienzo el uso de internet era restringido y reservado sólo para las fuerzas militares y gubernamentales en conflicto, pero la sociedad al entrar en crisis respecto a su identidad reprimida e internet se masificó, se pudo crear una nueva sociedad, que dio paso a una era cibernética.
En conclusión lo que podemos rescatar es que la masificación de los medios de comunicación es lo que ha propiciado el cambio el redescubrimiento de la identidad de una sociedad, que ya no se esconde bajo una falsa conciencia como en los tiempos del burgués, sino que esta identidad se muestra de cara a las nuevas generaciones; aquellas tendencias tarde o temprano entran en crisis, lo cual no significa que se pierdan por completo, sino que se desvían de su origen para dar paso a una nueva forma de pensar y ubicando a la nueva esfera pública que ya no se encuentra en el ágora de la Antigua Grecia o e las vertientes donde se reunían las mujeres de la Edad Media, ahora se encuentra en un mundo cibernético, al cual se ha llegado por medio de la mediatización de la información.
Me recuerda mucho a la Clase de opinión pública con el Profesor Fernando García Nadaf.
En ella discutíamos respecto de donde se generaba, genera y generará la opinión pública.
Pocos años atrás la opinión pública era impuesta por la figuras que tenían la posibilidad de acceder a los mass medias. Muchos poderes fácticos, por lo tanto, tenían la posibilidad de poner a sus figuras para imponer sus ideas.
En cambio, en los tiempos antiguos, todos los ciudadanos griegos tenían opción de agregar parte de sus ideas individuales a la opinión de todo el grupo público.
¿Será la web 2.0 la nueva agora o sera la dictadura de las minorías?
Sería la Web 2.0 una simulación de ágora, con las limitaciones que esto implica. El vínculo político, si bien ha estado hiper-mediatizado los últimos cien años, no puede ser totalmente reemplazado por los media.
Pregunta para la autora del post: ¿cuando hablas de falsa conciencia? ¿te refieres al concepto de Marx? No me queda clara la conexión que haces con las ideas de Russell Neuman.
Profesor, el concepto de falsa conciencia al que me refiero, es aquel en el que la clase social más baja es infuenciada por la más alta, sí se relaciona con la definición que da Marx. Para relacionarlo con el texto de Russell me base en la idea de que, después de la Segunda Guerra Mundial comenzó a romperse la barrera de las tradiciones, por lo que poco a poco comenzó a romperse la falsa conciencia rígida en la que se vivía. Ahora los hombres buscan su propio medio para informarse y definir su personas y en pocos lugares encontramos lugares donde esa persona se define por lo que se hace “un nivel más arriba”. Ahora hay tradiciones, pero no son rígidas como antes, por ejemplo, antes las familias eran católicas porque por generaciones y por influencia de países y sus gobiernos o la misma influencia de la Iglesia, se iba traspasando esa creencia, en la actualidad aún existe la tradición, pero es una decisión más personal.
Por esa razón relacioné el concepto de falsa conciencia con lo que nos plantea Russell en el texto que leí y la parte que seleccione para desarrollar.
Ignacio, sí se relaciona con lo visto en la clase de Fernando García. Mi idea era extraer idea de ese curso, ya que tomando la bibliografía que entregó el profesor Jorge, pude relacionar concepto e ideas. Y como dice el profesor en el comentario, y lo que dice mi post, la Web 2.0 es una simulación del ágora en nuestros tiempos.
Ok Valentina, me queda claro y creo que es un aporte tu punto de vista, claramente con la evolución cultural y los avances tecnológicos, las contradicciones materiales y simbólicas se han hecho más complejas y por tanto el viejo concepto de “falsa conciencia” se complejiza.