La semana pasada visitamos el “Museo de la Memoria y los Derechos Humanos” con el curso. Este museo, inaugurado a finales de la administración de la Presidenta Michelle Bachelet, exhibe documentos e imágenes que dan cuenta de la violación sistemática de los Derechos Humanos durante el período de la dictadura militar en Chile, entre el año 1970 y 1990. Es de especial importancia y magnitud el material mediático expuesto en el museo. En general, esos materiales de los medios de comunicación de la época hablan de un nivel de control, censura y autocensura impresionante por parte de los mismos, pero también de distintas formas de resistencia. En el siguiente escrito, trataré de explicar sociológicamente la situación en que una dominación política y militar requiere de procesos simbólicos de dominación para sustentarse, y cómo, a través del concepto de “Espiral del Silencio” de Elisabeth Noelle-Neumann (1982) y de la noción de “necesidad de orientación de Maxwell McCombs (1996), ambos de orientación socio-psicológica, dicha dominación simbólica produce efectos concretos en la población.
El material expuesto en el Museo de la Memoria y los Derechos evoca (o busca evocar) indignación en el visitante, la idea de que lo ocurrido durante la dictadura chilena es deleznable y de que nunca más debiese ocurrir. En general, el material de medios de comunicación, especialmente de prensa escrita y de televisión, buscan llamar la atención sobre el importante control, censura y autocensura que se expresaba en los mismos, ya que, al lado de la información mediática, hay publicaciones opositoras y documentos que demostraban (o al menos ponían un manto de duda) que esa información era falsa o sobredimensionada.
Por ejemplo, está el titular del diario “La Segunda” del 24 de Julio de 1975 que dice “Exterminados como ratones”. En el marco de la “Operación Colombo”, 119 opositores al Gobierno Militar fueron desaparecidos. Esta situación tuvo una alta repercusión en el exterior, provocando que distintas organizaciones internacionales pronunciaran su repudio ante la misma. Para evitar que estas críticas tuviesen mayor repercusión en la política y la sociedad chilenas, los organismos de inteligencia del régimen (en coordinación con otros organismos de las dictaduras vecinas) decidieron crear una explicación ficticia para esta desaparición, y a eso se refiere el mentado titular. La explicación era que todas esas personas habían escapado al exterior, matándose unos a otros a causa de rencillas interiores, de ahí que hayan sido exterminados como ratones.
Pero, más allá de que mucha información haya sido inventada, falseada u ocultada, ya sea por acciones deliberadas del Gobierno o por la censura que los propios medios se impusieron, ¿Qué es lo que motivaría acciones semejantes? ¿Qué ganaba la dictadura con este sesgo informativo? ¿Qué efectos podría tener en la población? La noción de “Espiral del Silencio” de Elisabeth Noelle-Neumann (1982) y la de “necesidad de orientación” de Maxwell McCombs (1996) nos ayudarán a comprender el modo en que la Opinión Pública afecta la acción de los individuos.
Para Noelle-Neumann (1982) la espiral del silencio podría ser una de las formas en las que aparece la opinión pública (Noelle-Neumann, 1982: 85). La opinión sería un acuerdo de la sociedad en su conjunto o de sectores de la sociedad. En ese sentido, los individuos observarían el consenso de su medio y lo compararían con su propia conducta. Pero la opinión pública posee un carácter distinto. La autora revisa distintas visiones sobre la opinión pública y se percata de que “la equivalencia de <<opinión pública>> y <<opinión predominante>> es un factor común presente en sus múltiples definiciones. Esto sugiere el hecho de que algún tipo de adhesión a la opinión pública crea las condiciones que impulsan a obrar a los individuos, incluso en contra de su propia voluntad” (Noelle-Neumann, 1982: 87). Por lo tanto, la opinión pública no solo se impone como una posición respecto a determinada situación, sino que se articula como lo socialmente aceptable. De ahí que los individuos constituyan lo que la autora llama piel social. Los individuos temen no formar parte de la opinión pública y ser excluidos, ya que ellos “(…) siempre saben si están expuestos a u ocultos de la visión pública, y se comportan en consecuencia”(Noelle-Neumann, 1982: 87).
En este sentido, la espiral del silencio explica la situación en que la opinión pública triunfa por sobre las visiones rivales de la misma. Se trata de un proceso donde “un punto de vista llegó a dominar la escena pública y el otro desapareció de la conciencia pública al enmudecer sus partidarios” (Noelle-Neumann, 1982: 22). Es decir, cuando la opinión pública de una situación determinada, digamos, la responsabilidad del Estado en las violaciones masivas a los Derechos Humanos en dictadura, toma parte de forma consistente por una versión de los hechos, entonces quienes piensen lo contrario van a llegar a un punto de agotamiento y estrés en el que empiecen a acallar sus voces contrarias debido al temor a la exclusión.
Complementariamente a ese temor de ser excluido, se podría sumar la necesidad de orientación que sienten los individuos. McCombs (1996) nos explica que los medios masivos de comunicación no imponen qué hablar, sino sobre qué hablar. En ese sentido, la diversa información difundida por esos medios afecta de distintas maneras a los receptores. Se diferencian acontecimientos o informaciones entorpecedoras y no entorpecedoras (McCombs, 1996: 21), las primeras son las que tienen relación directa con la población receptora, ya que los afectan y por lo tanto tienen conocimiento acabado de ellas. En cambio, los acontecimientos no entorpecedores son los que resultan lejanos para los receptores, por lo que son más permeables a la información entregada por los medios. Es en estas situaciones de desconocimiento directo que las personas manifiestan una necesidad de orientación, “basándose en la idea de la ubicación cognitiva este concepto reconoce que los individuos que se hayan en una situación desconocida se esfuerzan por orientarse” (McCombs, 1996: 22). Ante acontecimientos desconocidos o lejanos, los medios juegan un rol preponderante en establecer marcos de referencia y seguridad para las personas. De lo anterior se podría inferir que los sesgos informativos en dictadura colaboraron en crear mapas mentales de situaciones lejanas o desconocidas, configurando una opinión pública favorable al régimen.
Por lo tanto, la dominación mediática de la dictadura chilena responde a una estrategia mediante la cual se buscaba sobrepasar a las voces disidentes, con un bombardeo simbólico de ideas que transformaba las ideas contrarias originales, haciéndolas aparecer como falsas. Esto tuvo éxito en la medida en que los medios ayudaron a conformar mapas mentales favorables al régimen militar. En definitiva, se buscó controlar la opinión pública, de modo que el temor se apoderara de los individuos disidentes, acallando sus voces y empleando su piel social para protegerse de ser excluidos. Lo importante no era tanto extinguir las voces disidentes, sino que asegurarse de que se mantuviesen en un bajo perfil. La violencia y el temor no solo se referían a ser víctima de vejaciones amparadas por el Estado, sino que también a un nivel social y sociopsicológico que no se relacionaba directamente con los organismos de represión de la dictadura chilena.
Referencias bibliográficas
Mc Combs (1996)”Influencias de las noticias sobre nuestras imágenes del mundo”, EN los Efectos de los Medios de Comunicación (investigaciones y Teoría). Piados, Bryant y Zillman (editores).
Noelle-Neumann, Elisabeth (1982) “La Espiral del Silencio. Opinión Pública: Nuestra Piel Social”. Paidós, Barcelona
Me parece que tuviste un desarrollo muy bueno de la materia con el caso del museo en tu post.
Queda claro en lo que planteas como el sesgo informativo en el proceso de dictadura iba muy ligado hacia guiar e indicarle a las personas sobre que pensar, pero tambien en la mayoria de sus noticias alteradas se estaba indicando que pensar sobre eso. En este proceso de dictadura la dominacion mediatica fue un medio atractivo en el cual se logro desviar mucho la atencion de las personas sobre los hechos realmente importantes y que estaban ocurriendo. Desde este punto de vista me sumo a la vision mas negativa hacia los medios de comunicacion, pues queda claro en tu post como la influencia que tuvieron los medios de la epoca, especialmente el diario, crearon una especie de realidad falsa o alterada la cual puede ser juzgada de manera negativa por la desconfianza que esto genera.
Así es. Mi post pretendía dar cuenta de como ese ocultamiento y tergiversación de información fue efectivo para la dictadura. No solo porque se ocultaba la verdad, sino que también porque lograron imponer una dominación simbólica que aterrorizaba a la gente, más allá del miedo a la misma muerte o a la tortura. Es importante ver cómo, seguramente, se logró crear un clima de gran desconfianza entre la propia gente, de modo que nadie se sentía seguro de decir lo que pensaba, al menos públicamente.
Buena elección de los autores y aplicación concreta de la visita que hicimos al Museo de la Memoria y los Derechos Humanos.