Brazil es una película futurista creada el año 1984, dirigida por Terry Gilliams, que se desarrolla en el siglo XX. Por causa de un error del Ministerio de Información, las fuerzas de seguridad detienen abruptamente a Archibald Buttle, quien muere poco después sin haber sido resuelto el malentendido. Sam Lowry, protagonista de la historia, un empleado del gobierno, descubre junto con su jefe M. Kurtzman el ya mencionado malentendido; en la ley de arresto, donde decía Buttle debería haber salido Tuttle. A raíz de esto, se resuelve indemnizar a la familia del injusto detenido . En la casa de los Buttle, Sam, logra visualizar a la figura femenina igual a la que aparece como protagonista de sus sueños todas las noches, Jill. En tanto Sam se obsesiona con ella y acepta un ascenso al area de trabajo en la que menos se imaginaba trabajar por su carácter ambicioso. Este oficio le permitiría obtener muchos privilegios, entre ellos acceder a información confidencial sobre ella.
Ahora bien, dicho lo anterior, se podría decir que al ver esta película nos encontramos con una utopía perversa, donde la realidad ocurre de forma opuesta a los de una sociedad ideal, vale decir, en una sociedad opresiva; un gobierno totalitario y una sociedad totalmente superficial y consumista, dos cosas que van de la mano; esto se refleja por ejemplo cuando la niña le pide al viejito pascuero su propia tarjeta de crédito.
La sociedad de ese entonces estaba cegada con el mundo vano, superfluo, y ambicioso. Lo que les provocaba indiferencia por el mundo real, el cual se encontraba en graves problemas, ya que estaba reprimido y engatusado por las autoridades y la tecnología. El gobierno pone todo su enfásis en el intento de mantener desinformado al pueblo, y esto lo hace claramente con la ayuda del exceso tecnológico, y la publicidad, dos cosas que incentivan la comodidad en gente.
Para mi fue como una analogía de una tragedia griega, ya que los personajes protagonistas se ven enfrentados de forma misteriosa e inevitable contra el universo, siempre dirigiéndose hacia un destino fatal por una fuerza ciega.
“La sociedad de ese entonces estaba cegada con el mundo vano, superfluo, y ambicioso…( ) El gobierno pone todo su enfásis en el intento de mantener desinformado al pueblo, y esto lo hace claramente con la ayuda del exceso tecnológico, y la publicidad, dos cosas que incentivan la comodidad en gente.”
Cuanto de esto ocurre hoy en día. Fuimos catalogados como las universidades cota mil cuya indiferencia hacia lo que ocurre bajo nuestra cota es lo común. ¿Cuanto nos importa el simbolismo del día de ayer (11 de septiembre) si en nuestros barrios y comunas no hay peligro? ¿Esta realmente comprometida la sociedad en crear jóvenes con educación de excelencia y es capaz de realizar los sacrificios necesarios o son caprichos de una sociedad que ha pasado los U$10.ooo de ingreso per capita?
Tiendo a percibir las mismas cúpulas de poder ensimismadas en mantener las cuotas y el status quo.
Aunque Brazil puede que sea una exageración o extremo, creo que existen temas en ellas con los que tenemos que lidiar hoy en día. Hoy en día nos encontramos en situaciones en donde la gente ha dejado de importarle el día a día, el mundo verdadero y se ha “enchufado” (como en “The Matrix”) a un mundo irreal, que existe dentro de sus smart phones, por ejemplo. Vivimos en un mundo donde el gobierno, los medios y otras fuentes que supuestamente nos otorgan seguridad e información real son manipuladas por personas que no les interesa que el público conozca la verdad. Y nosotros, su público, estamos tan enfocados en actualizar nuestro ‘status’ en Facebook y otras cosas de igual insignificancia que terminamos cegados de las cosas que realmente importan.
“El gobierno pone todo su enfásis en el intento de mantener desinformado al pueblo, y esto lo hace claramente con la ayuda del exceso tecnológico, y la publicidad, dos cosas que incentivan la comodidad en gente.”