Compleja y deseable

Los avances tecnológicos han servido para facilitarnos tareas, a nosotros los usuarios. En este sentido, la calculadora científica nace para ayudarnos a realizar complejas operaciones matemáticas. Busca cumplir con necesidades laborales, hacer más eficaz el trabajo. Es considerado en tanto que medio, al igual que el computador, como una extensión de nuestro cerebro ya que extiende nuestras capacidades de razonamiento y calculo.

La calculadora se podría considerar como un aparato fríamente funcional; sin embargo, posee un fuerte valor simbólico dentro de la sociedad, en una época determinada. Cuando esta tecnología comenzaba ya a masificarse; los aparatos eran sumamente caros. Por lo tanto, solo algunos podían tener el privilegio de adquirir una. La posesión de una calculadora científica se traducía cómo un estatus alto dentro de la sociedad.

Lo curioso de este fenómeno es que el aparato de volvió una extensión del hombre de negocios; tanto por necesidades funcionales en todo momento; y por la imagen personal que este proyectaba. ¿Qué tiene esta tecnología, que el usuario buscaba siempre exponerla? ¿Qué significa?

Tomando en cuenta los niveles de procesamiento expuestos por Donald Norman, podemos decir que a nivel visceral el aparto resultaba atrayente. Según el diseño de interfaces de la época (años 80’s aproximadamente); el diseño de esta calculadora resultaba sumamente elegante lo cual despertaba en el usuario una necesidad del objeto. El usuario entrevistado destaca que incluso se usó un metalizado dorado para su diseño, y ¿qué resulta más elegante y deseable que el oro? A este nivel, ya se consiguió crear un vínculo emocional con el usuario; el aparato conlleva un significado, un concepto de funcionalidad y clase de cierta forma.

A nivel  conceptual, entra en juego la funcionalidad. Estos aparatos destacan por ser poco intuitivos y complejos; por lo cual no general un vínculo especialmente positivo con el usuario en este aspecto. Cuentan con distintos botones, combinaciones de funciones, muchas opciones que complejizan la interacción, pero a la vez facilitan la tarea (en comparación a las operaciones mentales o manuales). Sin embargo, poniendo en la balanza los pros y contras, finalmente a nivel reflexivo el usuario logra integrar la experiencia que ofrece la calculadora científica. Logra comprender su uso, y crea una identidad en torno a este.

El uso de este aparato va ligado a un par de gestos bien definidos. La calculadora es un aparato sumamente práctico en cuanto a tamaño, por lo cual se podía traer siempre consigo en una mano, y con la otra apretar las teclas, y usualmente usar esa misma mano con un lápiz para ir anotando los resultados; ya que la memoria del aparato no siempre es confiable.

Un comentario que sabe destacar, es la similitud entre el uso de la calculadora para este usuario, y el uso del celular actualmente. No hablo de funciones, si no de su constante presencia y uso; es un aparato que ya es una extensión de nuestro cerebro en nuestras manos, siempre presente.

 

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4 Respuestas a Compleja y deseable

  1. Buen post, quedo con la sensación de que se trata de un pre-computador. ¿Qué opinas?

    • Absolutamente; de echo, según lo que investigué de la historia del computador, su antecesor directo es la calculadora. Luego de que los primeros modelos fueran ganando cada vez más potencia, fueron capaces de realizar más tareas (a demás de realizar operaciones); así nacería el computador.

  2. Me parece increíble que un objeto de los años ’80 siga siendo tan valorado y símbolo de estatus entre los estudiantes de administración. Hace un par de años que deje los estudios comerciales, pero debe seguir pasando, la calculadora financiera Hp-12pt es un gran alivio al momento de calcular tasas ahorrandose varios minutos de desarrollar formulas matemáticas.
    Objeto que da estatus entre los estudiantes al seguir costando cerca de $80.000, suma que para el bolsillo de un estudiante universitario no deja de doler.
    Mirando unos años atrás, sigo teniendo una sensación grata y de alivio al tener cerca esa pequeña maquinita que hacia de los ejercicios financieros una experiencia más amigable.

  3. ¡Me sorprende mucho que siga costando tanto! Bueno, supongo que ya es algo como un objeto de culto…
    Y bueno, siempre es grato recibir un poco de ayuda con ese tipo de tareas.

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