Juan Enríquez se ha destacado por estudiar la intersección de la ciencia, los negocios y la sociedad, destacándose por haber sido el director fundador del proyecto de ciencias de la vida humana en Harvard Business School.
Es entonces que da inicio a su charla en TED, uniendo cuatro temas que van juntos, siendo estos, las grandes bases de datos, los tatuajes, la inmortalidad y los griegos.
Es acá que parte con lo referido a los tatuajes, manifestando que sin decir palabras dicen mucho, llegando a contar un montón de historias personales. Estos tatuajes no serían parte de la mayoría de las personas, lo que lleva a la reflexión por parte del autor de ¿Qué pasaría si Facebook, Twitter, Google, LinkedIn, teléfonos celulares, GPS, Foursquare, Yelp, Travel Advisor – todas estas cosas que utilizamos cada día– resultaran ser tatuajes electrónicos? ¿Y si dieran tanta información acerca de quién y qué eres como cualquier tatuaje lo haría?, no es acaso que “cualquier cosa que se cuelgue en Internet, con independencia de la intención del autor, se convierte en una botella lanzada al océano de la comunicación global, un mensaje susceptible de ser recibido y reprocesado de formas imprevistas” (Castells, 2009, p.103)
El autor manifiesta que al ser tanta la exposición mediática que alcanzamos, en donde “la comunicación inalámbrica se ha convertido en una plataforma de difusión para muy distintos tipos de productos digitalizados, como juegos, música, imágenes y noticias, así como mensajería instantánea, que abarca toda la gama de las actividades humanas, desde las redes de apoyo personal hasta las tareas profesionales y las movilizaciones políticas. Así pues, la red de comunicación electrónica está presente en todo lo que hacemos, en cualquier lugar y en cualquier momento (Castells, 2009, p.107), es que deberíamos seguir cuatro lecciones de los griegos y una lección de un latinoamericano, en donde se destaca a los griegos porque ellos pensaron en que ocurre cuando los dioses, los seres humanos y la inmortalidad se mezclan durante mucho tiempo.
Partiré entonces con la lección número uno, Sísifo, quien hizo algo horrible, fue condenado eternamente a empujar una roca cuesta arriba, la cual volvía a rodar cuesta abajo una y otra vez, lo que lleva a comparar dicho mito con lo que pasa con la reputación, ya que al hacernos estos tatuajes electrónicos rodaremos hacia arriba y hacia abajo durante un largo tiempo, de modo que al usar estos medios hay que tener precaución de lo que publicamos.
Lección número dos, Orfeo, un chico maravilloso, el alma de las fiestas, pierde a su amante y gracias a su carisma llega hasta el inframundo, siendo el primero en encantar a los dioses, los cuales liberan a su amada con la condición de que nunca la mire hasta que estén en la superficie, caminaron hasta casi llegar, en donde la tentación de Orfeo fue mayos, mirando a su amada, la que desapareció al instante. Lo anterior lleva a la reflexión de que con tanto dato existente en estos medios, es mejor no mirar demasiado lejos en el pasado de aquellos que se aman.
Lección número tres, Atalanta, la mejor corredora, quien desafiaba a cualquiera para que le ganara, si le ganaban ella se casaría con esa persona, si ella ganaba la otra persona moría, es entonces que le ganó Hipómenes con una serie de manzanas doradas, las que hacia rodar delante de Atalanta, la que se iba desconcentrando hasta perder la carrera. Esto lleva a que pesemos que queremos conseguir cada vez que publicamos algo, con que propósitos lo hacemos.
La cuarta lección es la de Narciso, quien por enamorar a todas las mujeres y rechazarlas, es castigado a enamorarse de su propio reflejo, lo que lleva a que pensemos en no enamorarse del reflejo propio.
Y finalmente, la última lección, es del latinoamericano, Jorge Luis Borgues, quien al ser amenazado por individuos de la junta militar de Argentina, manifestó ¿de qué otro modo pueden amenazar, sino con a muerte?, lo original sería amenazar a alguien con la inmortalidad, y es esta última amenaza la cual se presenta ahora con los tatuajes electrónicos.
Todo lo anterior, nos lleva a que seamos reflexivos en las formas que utilizamos dichos medio de comunicación, ya que las consecuencias de nuestros actos en ellos son muchas veces inesperados e imborrables, lo que llega a que se comparen con tatuajes permanentes, los cuales en vez de llevarlos en la piel, los llevamos en los medios electrónicos de por vida.
Bibliografia
Castells, Manuel. (2009), “Comunicación y Poder”. Capítulo 2, «La Comunicación en la Era Digital”. Madrid: Alianza Editorial.
«Cualquier cosa que se cuelgue en Internet, con independencia de la intención del autor, se convierte en una botella lanzada al océano de la comunicación global, un mensaje susceptible de ser recibido y re- procesado de formas imprevistas».
¡Wow! Esa cita de Castells define a la perfección la analogía entre tatuajes e información que publicamos en la web. Alguna vez yo también vi esta charla TED y me pareció muy potente. Sobre todo por las lecciones griegas que, creo, tienen relevancia trascendental y, en este caso, ayudan a comprender cómo es que
Estas ideas se pueden conectar con las corrientes sociológicas que están realizando estudios sobre la «performance» en redes sociales, en el sentido goffmaniano de la palabra. ¿Cómo nos construimos, proyectamos y deseamos ser interpretados en la red?
Creo que las preguntas que quedan abiertas luego de esta interesantísima reflexión, dicen relación con la forma de contrarrestar este fenómeno, con la manera de librarnos de esta exposición, a veces, perjudicial. ¿Queremos realmente librarnos? Y de ser así, ¿Cómo hacerlo? ¿Cómo construir culturas responsables de consumo de redes sociales y medios digitales?