El Diario de Agustín: El documental de la verdad

"Un diario con prestigio internacional y el más antiguo de habla hispana"

«Un diario con prestigio internacional y el más antiguo de habla hispana»

Conocido por muchos, pero visto por pocos, estrenado en el Festival Internacional de Documentales de Santiago (FIDOCS) el 2008, comprado, pero nunca emitido por TVN y censurado en ARTV (provocando incluso la salida de la directora del canal, Natalia Arcos), el documental “El Diario de Agustín” dirigido por Ignacio Agüero, pretende dar a conocer el poder que tienen las informaciones y en específico, el rol fundamental que tuvo el mercurio durante el periodo de la dictadura militar en Chile. Parece llamativo el hecho de que muchos diarios nacionales y competencias del ya mencionado periódico, desaparecieran posterior al 11 de septiembre de 1973, sin embargo, el Mercurio y sus asociados (La Segunda sobretodo), sigue vigente hasta el día de hoy siendo reconocido como de gran prestigio además. 

Lo interesante de comentar en este momento, a 40 años de aquel hecho es la veracidad de la información y la los tintes derechistas con los que fueron dadas a conocer las mismas. Ejemplo de ello es el caso de los 119 o también llamada “Operación Colombo”, la cual consistió en que dada la gran cantidad de interrogantes sobre el paradero de aquellos desparecidos, se entregó una lista que fue publicada en parte por la revista “Lea” de Argentina y el resto en el diario “Novo Odia” de Brasil, (republicada posteriormente por los diarios “El Mercurio” y “La Segunda” en Chile) argumentando que aquellas personas se habían matado entre ellas, esto, provocó angustia en algunos por la existencia de esa posibilidad, pero también certeza en otros de que aquella información entregada, era falsa

Lo anterior hace pensar en el poder que tienen las letras, muchos pudieron perfectamente haber caído en la trampa impuesta, y claramente era la idea. La necesidad de mantener a la población contenida e “informada”, era también un medio para ejercer una dominación mediática y simbólica (sin excluir la física, como todos sabemos) además de un nivel de censura en cuanto a aquel que quisiera publicar algo diferente a lo que la dictadura militar quisiera escuchar, estamos hablando entonces, de un claro sesgo informático.

El mercurio era ciertamente “la voz” del momento, por tanto, toda información entregada mediante aquel medio, se creía verídica, lo cierto es que, todo debía pasar por el director del diario y no se publicaría nada que él no quisiera, dictando así lo que la gente debía o no creer, creando una opinión pública dominante, por tanto, tener una opinión distinta podría haber llegado a ser incluso agotador para quien la tenía, que debía convencer al resto de que lo que el mercurio publicaba, no era exactamente la realidad y que su información estaba manipulada, como el caso de los universitarios quienes colgaron en el frontis de la U. Católica un cartel que decía: Chileno: El Mercurio miente. Garretón nos explica que esto paso porque “[…] todas las instituciones y actores perdieron su autonomía y se inclinaron hacia uno de los bandos en disputa: militares que conspiraron y traicionaron la confianza depositada en ellos, universidades y gremios ideologizados, empresarios y medios de comunicación politizados que recibían dinero extranjero para derrocar al gobierno y que boicoteaban la producción y el comercio, etc.”, en el caso del Mercurio, a favor de régimen militar.

Pese a que McCombs nos diga que los medios de comunicación pueden decirnos sobre qué hablar, pero no qué hablar de ellos, en momentos en los que el principal diario nacional nos entrega información a favor de un bando político, parece difícil llevar a cabo esta frase, dado que si lo único que se conoce sobre aquellos hechos esta distorsionado, ¿Cómo sabemos a quién creerle? ¿Cómo sabemos quién está mintiendo y quién no? ¿Cómo podemos crearnos una visión objetiva sobre lo que pasaba? En este momento, año 2013 y a 40 años del Golpe Militar, pareciera ser distinto, el tema está sobre la mesa definitivamente, pero también hay diferentes medios desde donde obtener la información, diarios, radios, la televisión, internet y éste último sobre todo, donde podemos encontrar información quizás no totalmente objetiva, pero sí, desde diferentes perspectivas, algo que durante la Dictadura era prácticamente imposible.

El Diario de Agustín (Documental)

 

Referencias Bibliográficas

Garretón, Manuel.  “Memoria y proyecto de país.” Revista de Ciencia Política. 2003.

Mc Combs. ”Influencias de las noticias sobre nuestras imágenes del mundo”, En los Efectos de los Medios de Comunicación (investigaciones y Teoría). 1996.

 

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Una respuesta en “El Diario de Agustín: El documental de la verdad

  1. Muy buen e interesante artículo, Catalina. La discusión en torno al poder y las comunicaciones, las relaciones entre política e información, el control de los principales emisores mediáticos y la influencia de éstos sobre nuestras formas de aprehender el mundo, es LA o una de LAS principales áreas de investigación y producción académica en la sociología de las comunicaciones. Aquí en Chile, El Mercurio y la relación derecha-medios ha sido extensamente abordada y me parece que tu suerte de «crítica» a McCombs es muy pertinente y puede funcionar en el análisis de los efectos mediáticos a la luz de procesos autoritarios, como empleaste tú con la dictadura chilena. Además, en vísperas de una nueva celebración del «11 de septiembre» esta reflexión no es sólo una más, sino un menester ineludible para el aún inconcluso proceso de comprensión de dicho período en la historia de nuestro país.

    A modo de detalle, sé más cautelosa con algunas afirmaciones como «conocido por muchos y visto por pocos», si es que no tienes datos para sostener esa frase. Puede parecer obvio, pero a veces ese tipo de conclusiones apresuradas distraen la lectura. Y ojo con la ortografía, nombres como El Mercurio van siempre con mayúsculas. Son detalles técnicos. ¡Buena columna, Catalina!

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