La publicidad dentro de los medios de comunicación de masa desde su origen hasta hoy ha inculcado ideas en las audiencias a través del contenido simbólico, con la finalidad de vender sus productos. Esto implica que ciertos conceptos se filtren deliberadamente en el inconsciente colectivo haciendo que ideas subjetivas y sin sustento lógico se vuelvan casi leyes universales. Como es el caso de la imagen de la mujer en la sociedad contemporánea.
Es aun tema de debate los inicios de la sociedad patriarcal, y el dominio hegemónico que el hombre ha tenido sobre la mujer a lo largo de la historia, pero es menos dudoso el hecho de que los medios de comunicación de masas han influido de forma directa y negativamente en la imagen que existe en el inconsciente colectivo acerca de la mujer y su rol social. La fuerte influencia que la publicidad ha tenido sobre la imagen femenina, ha llegado a moldear su estilo de vida acomodándolo a los deseos del hombre, de modo por ejemplo en vez de desear un automóvil, exista una presión social que la empuje a desear una aspiradora (esto en el marco de mediados del Siglo XX) esto significa que según este concepto de mujer vigente para la época esta debía mantenerse el hogar, cuidar de los niños, etc. De esta forma podemos ver como conceptos abstractos van aterrizando en la imagen colectiva a través de los medios de comunicación de masas. Otro ejemplo más concreto es el slogan: “You mean a woman can open it?” donde podemos inferir según esta publicidad que la mujer no es capaz de abrir un tarro de kétchup por sí sola, lo que evidentemente muestra el retrato de inutilidad que existe en el colectivo acerca de su imagen.
Podemos ver como mediante el transcurso del Siglo XXI ha aparecido una constante sexualización del contenido simbólico impartido por los medios, esto podemos verlo a través de la publicidad o los programas de televisión, donde en un reality show es común ver alto contenido erótico femenino, donde las campañas publicitarias de desodorantes masculinos solo interactúan con la audiencia a través del interés sexual. Podemos ver como la imagen femenina ha mutado de forma sutil, pasando de ser una ama de casa con una inutilidad evidente para hacer todo tipo de otras actividades, a ser un objeto sexual.
¿Cómo podemos explicar que exista un género dominante y otro dominado si estos tienen la misma cantidad relativa de habitantes? Esta pregunta se puede explicar mediante la “hipótesis del silencio” de Neumann donde nos da un ejemplo electoral, que es igualmente significativo para el tema expuesto. “Quizá los seguidores de los cristianodemócratas y de los socialdemócratas igualados en número, pero no contaban con la misma energía, entusiasmo ni ganas de expresar y exhibir sus convicciones. Solo aparecían en público pins y símbolos socialdemócratas, así no es raro que la fuerza relativa de los dos partidos se evaluase incorrectamente.” (Neumann 21) Pues al entender que ambos partidos tenían la misma cantidad de apoyo medida en gente pero distinta cantidad de apoyo medida en publicidad, se pudo entender cómo se disparó de forma espontánea el apoyo a un partido. Lo mismo pasa en este caso de dominio de géneros, puesto que sabemos que existe una cantidad equitativa de hombres y mujeres pero, la fuerza con la que defienden sus convicciones (de genero) son distintas, ya que podemos ver de forma empírica como los medios de comunicación siempre han estado abogando por una idea de social donde el rol genérico femenino es un rol subyugado. Neumann nos da también las herramientas para entender porque el género femenino se mantiene bajo este régimen sin mucha protesta. Una explicación a este fenómeno la da Solomon Asch con el experimento de confianza en sí mismo, donde los resultados demuestran que “dos de cada diez sujetos no avisados se aferraron firmemente a su propia percepción” lo que abala la espiral del silencio propuesta por Neumann que nos indica que la opinión expresada por los medios dominantes sumada a el apoyo interpersonal contra la opinión desviada hará que cada vez se repitan menos episodios de conductas en contra de la opinión dominante( desviadas).
http://www.youtube.com/watch?v=Im_iU6xq9v0#t=13
Bibliografia:
Noëlle-Neumann, Elisabeth. La espiral del silencio. Opinión pública: nuestra piel social, Paidós. Barcelona, 1995.
Buen tema, los estereotipos de género en los medios.
Ojo con lo que postulas en tu post, pues está correcto que los medios de comunicación incidieron en una postura de dominante/dominada, pero actualmente esto ha cambiado, entonces debes ponerle un contexto temporal a lo que señalas.
Bien utilizado Noelle-Neuman, podrías haber usado también a Horkheimer y Adorno y analizar esto como un sistema ideológico que domina con intereses funcionales a determinado grupo.
Ojo con la forma de citar, hay errores ahí. Cita textual se elabora como (Apellido, año. pág: número)
cita no textual, sino de la idea es: (Apellido, año).
Saludos.