El “lado B” de la televisión: Ficción y consumo.

tvfamiliaSin duda la televisión y su evolución desde su invención en la década de los años 20’, no sólo se refiere al ámbito material sino también a los telespectadores y los tipos de audiencias que en el tiempo se han generado. En todo este contexto es que la televisión también ha traído consecuencias implícitas como el consumo, el fanatismo y la ficcionalización de la realidad.

En primer lugar la televisión se conoce como un medio de comunicación que en la actualidad se ha convertido en un medio subjetivo, busca la atracción de las audiencias, su facilidad en el uso y la amplitud en los contenidos hace que la mayoría de la gente prefiera mantenerse informada a través de ella, dejando de lado a otros medios como radio y diarios. Esta preferencia y atracción ha provocado también que sea este medio el que decida lo que muestra haciendo una filtración y regulación de los contenidos a opinión de sus dueños, la llamada agenda setting. En este sentido además de la filtración y elección de contenidos, se encuentra la ficcionalización, “De este modo, la televisión, que pretende ser un instrumento que refleja la realidad, acaba convirtiéndose en instrumento que crea una realidad. Vamos cada vez más hacia universos en que el mundo social esta descrito-prescrito por la televisión” (Bourdieu 1996:28). Esa falsa realidad hace que la gente se sienta cercana y busque reflejarse en lo que ve, un ejemplo son los matinales o la nueva implementación de” twittear” instantáneamente para ser leído en el programa al aire.

No sólo se trata de la realidad que crea la televisión, sino también que ella se ha convertido en una verdadera industria cultural, surgiendo una sociedad de masas totalmente dominada por la elite dueña de los canales, convirtiendo a la televisión en una mercancía de consumo. Este consumo es el que manipula a las personas, limitando su libertad de elección, hoy lo que podemos elegir es el canal, pero no tenemos acceso al contenido que la televisión promueve.

El poder de la televisión es aprovechado también por la publicidad, que con imágenes dinámicas y atractivas es capaz de seducir al telespectador incitándolo a consumir productos que, en la realidad, se alejan del carácter maravilloso y perfecto que le confiere la televisión. El consumismo estimulado por esa publicidad satisface y le da confianza al comprador, dándole una seguridad en sí mismo y repetir esos actos de elección: “Es un lugar común la observación de que los avisos publicitarios que se ven por televisión suministran a los televidentes, pero particularmente a los niños, una serie de frases hechas que a menudo invaden luego de sus juegos y hasta su forma de ver el mundo” (Morley,1996: 303).

Una cosa lleva a la otra, y la perfección de la realidad que nos muestra la televisión, ha provocado que la gente en esta industria de consumo, se convierta en una masa de fans llegando a un punto de causar idolatría en personajes y/o protagonistas de televisión. “La identificación implica no sólo una correspondencia biunívoca entre un televidente y cierto personaje favorito, sino también una identificación más general, que se da en diferentes niveles, entre lo que aparece en la pantalla y la vida, las opiniones y las emociones de quienes están frente a ella” (Morley, 1996: 303). Un caso cercano en Chile es Felipe Camiroaga y la multitudinaria reacción de sus fieles seguidoras cuando él inesperadamente muere. La idolatría puede llegar a un punto extremo en el que las personas se ciegan, actúan sin razón ni lógica y ésta las conduce a realizar actos inconscientes o simplemente rayan con la locura. En este sentido es que la televisión se convierte en una herramienta de manipulación, que contribuye a cambiar un estado, opinión y percepción en las personas vulnerables aprovechándose de la inmadurez, la ignorancia o el bajo nivel de autoestima de algunas personas para así convertirse en un personaje famoso. Los más expuestos a sufrir este estado son los niños y adolescentes, quienes representan el mayor porcentaje de interacción con la televisión, viendo sus programas favoritos y aprovechando su tiempo libre.

Con todo lo anterior podemos abrir un poco más nuestra mente y darnos cuenta del engaño que realiza la televisión, moldea nuestra vida sin darnos cuenta, como actuamos y hasta lo que compramos es por medio de la publicidad. Ya no podemos distinguir entre la realidad y la ficción, estamos totalmente manipulados por lo que la televisión nos quiere mostrar, es decir, los mensajes de este medio se inyectan en las personas, moldean su opinión y conducta, esto es conocido como la teoría de “aguja hipodérmica” de Laswell, así es el poder de la televisión para conformar estados de opinión, modas y consumismo en el espectador.

No podemos vivir sin televisión, tenemos una dependencia de la pantalla, en nuestra actualidad este medio está totalmente incorporado a nuestra cotidianidad y es así como de él se desprende nuestra vida, “aprendemos de la televisión; la televisión suministra temas de conversación con los familiares y de charla con los vecinos” (Morley,1996: 292), como también buscamos el reflejo de la perfección de la realidad que este nos muestra.

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Una respuesta a El “lado B” de la televisión: Ficción y consumo.

  1. Excelente post. Identifico dos grandes temáticas muy bien abordadas en tu ensayo, por un lado la agenda setting y, por otro lado, los contextos cotidianos y domésticos donde es consumida la televisión.
    Buena redacción y ortografía, hay detalles eso sí aún mejorables. Mostraste buen nivel en la elaboración de tu texto. Felicitaciones.
    Como críticas constructivas sólo dos cosas. Primero, el cierre del ensayo es algo difuso y poco sintético. Quizás Laswell está demás, de hecho se contrapone con la tesis de Morley que abordas más arriba. Segundo, la interacción con los mass media, cuando mencionas lo de twittear al los programas en vivo o la construcción de intimidades afectivas con líderes de opinión de la televisión son buenos temas en sí mismo. Abordados con la creatividad y teoría suficiente, que la tienes y la bibliografía la proporciona, podrías hacer dos post más, sólo con los temas que mencionaste aquí.
    Bien Josefina. Saludos.

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